Acudo ayer al Teatro Campoamor para ver la zarzuela La del Manojo de Rosas. Lleno hasta la bandera de un público que se me antoja fiel al género y también al alcalde Gabino de Lorenzo que aparece en el palco real, quiero decir, municipal, en el descanso. Si se hubiera puesto de pié para saludar al respetable hubiera llevado una ovación como la de José Tomás en Las Ventas pero el veterano político está haciendo una campaña desde la trastienda, o sea, manejando los hilos sin tener excesivo contacto con el respetable.. En las filas de atrás, disfrutando de la zarzuela, el presidente del Consejo Superior de Comunidades Asturianas Manuel Fernández de la Cera ya jubilado y muy preocupado por la situación de su partido, el PSOE. Veremos a ver lo que ocurre el próximo domingo que está, como quien dice, a la vuelta de la esquina. ¡Hombre, mira por donde!. Veo en la fila cinco al ex presidente de Colombia Ernesto Samper y su esposa. Semper, abogado y economista, estuvo como presidente de su país de agosto de 1994 a agosto de 1998. Sucedió a César Augusto Gaviria Trujillo y a él le sucedió Andrés Pastrana Arango con el que tuvo muchos líos. Anda estos días de incógnito, como un turista más, por Asturias, visita a Covadonga incluida. Ernesto Samper Pizano tiene muy buena relación con España y desde hace tiempo tenía el deseo de visitar un poco a fondo la tierra donde se celebran los premios Príncipe de Asturias. No me sorprende que haya comido una buena fabada en La Máquina con su amigo Juan Carlos Torres Inclán, presidente de Duro Felguera y con importantes intereses industriales en Colombia. Duro, por cierto, lo tiene ya todo preparado para celebrar su junta general en el hotel de la Reconquista el próximo día 23 de junio. Aunque andan por ahí circulando rumores de cambios creo que todo quedará en agua de borrajas. El ejercicio correspondiente al pasado año ha sido bueno pese a la crisis global y el prestigio de esta compañía asturiana que cotiza en bolsa -junto con GAM son las únicas dos- a nivel internacional aumenta por momentos.
En cuanto a la zarzuela, dentro del XVIII festival de teatro lírico español que el ayuntamiento organiza, fue una representación muy digna en la que destacó el decorado único y la ambientación con una excelente dirección de escena a cargo de Emilio Sagi, realizada por Javier Ulacia. En el reparto, como siempre, el incombustible Luis Varela por el que, la verdad, no parecen pasar los años. El Teatro Campoamor con nuevas butacas que, por lo menos, no se te incrustan en las costillas. Ya podrán decir misa que no hay republicano alguno que pueda sacar del mismo el acto de entrega de los premios Príncipe de Asturias pese a la flojera que parecen sufrir este año. Pronto sabremos quien se sentará en octubre a la vera de los Príncipes en el escenario de este emblemático teatro y es que quien será el nuevo presidente de Asturias es hoy por hoy toda una incógnita que se desvelará después del próximo domingo.
