En mis años mozos un día muy sagrado era el sábado por la tarde, donde nos reuníamos los amiguetes del barrio de Buenavista para ejercitar los músculos, jugando un partidillo de futbol que a veces duraba varias horas, la preparación física que teníamos hoy día no la alcanzaría ni un futbolista de primera, debido a la cantidad de pata que realizábamos por la semana para ir al colegio, hoy en día van en coches, autocares o scooter.
Después de emular a los grandes jugadores de aquellos tiempos y de conseguir meter alguna bola en la portería contraria, llegaba la hora del descanso, donde reuníamos alguna perruca entre todos para pillar una gaseosa de cola, que en aquellos tiempos era la de dios, para unos simples críos y de familias humildes como las nuestras.
La gaseosa de cola se parece mucho al mundo actual de la economía, por la cantidad de burbujas que tiene, en este momento en el mundo se generan burbujas en todos los sectores, la primera fue la de las TIC, después la de la construcción, la de la deuda soberana, que de esta no prefieren ni hablar, ya que el día que explote la burbuja saldrá todo el liquido de la botella, como pasaba con la gaseosa de verdad una vez revuelta.
Un especialista, (bueno, ya sabemos que ahora salen debajo de las setas), pero este está en una financiera de las que esta chupando, por eso tendremos que considerar su opinión, se llama STEPHEN KING, analiza la represión financiera en un artículo interesante del cual recogemos algunas palabras.
Comenta que la “represión financiera es el resultado de las políticas que permiten a los gobiernos financiar deudas imponiendo sus costes a otros” esto no hace falta que lo jure, lo sufrimos todos los días. Lo que sí sabemos es que las entidades financieras están cargaditas de compra de deuda nacional, que con el tipo de interés que les pagara el estado a su caducidad muchas veces superando el 5% y ellos compran el dinero al 1%, si la maniobra les sale bien se cargaran de perruques, aunque el estado suprima las subvenciones, esto es una subvención encubierta, que pagamos todos los ciudadanos, más mentiras.
El problema está en que no les dé tiempo aguantar tanta letra, porque muchos empiezan a mirar que sus resultados van cayendo todos los días, es normal el estado no genera trabajo, solo cobra impuestos y sin empresas las arcas estatales no se llenan, por consiguiente el estallido será glorioso, de esta no se salva nadie.
Es probable que esta represión deje sin fondos al sector privado, ya que la rápida reducción en la deuda que se vio en los años 50 y 60 fue consecuencia de un elevado crecimiento que aporto ingresos por el aumento de impuestos , en vez de una deuda pública que expulsa al sector privado.
Lo que mete un poco de miedo es la frase final “esto es la clave de un sistema agotado” pero si no tenemos otro PREPARADO, los pensadores solo se dedicaron a pensar, pero solo la forma de robar.
Que listu ye esti neñu, me da la razón, lo mejor es quitar todos los impuestos que para lo único que valen es para gastar papel y dejar la tierra sin árboles, al mismo tiempo somos ecológicos y no contaminamos, así matamos dos pagaros de un tiro y los que mandan no tendrán perres para gastar, así no tendremos burbuja de deuda, que ya está encima.
Lo que no sabía yo es que la calificación de una nación llevara tantas letras iguales, a mi en el instituto me ponían ceros y algún profesor le gustaba más el uno, que ocupa menos.
Saludos