El pasado 3 de mayo fui elegido presidente del Consejo Superior de Cámaras. Un compromiso que he aceptado como un reto lleno de ilusión y ganas y que se me ofrece con poco tiempo para celebraciones, ya que las Cámaras nos jugamos mucho en el corto plazo. Lo más importante, lo urgente ahora es trabajar por nuestra modernización. Soy consciente de que asumo la presidencia de las Cámaras en un momento difícil para la Institución, tras la desaparición del recurso cameral y la imperiosa necesidad de buscar nuevas vías de financiación en un horizonte de tiempos limitado.
Apenas unas semanas antes, el 9 de abril, las Cámaras cumplían 125 años y, una vez más, hoy, se ven obligadas a reinventarse a si mismas. Las Cámaras han existido en diferentes períodos políticos, gobiernos y ciclos económicos. Peores momentos han superado y aquí siguen, en la brecha.
Si bien nos vemos inmersos en un cambio rápido y acuciante que nos ha desorientado, no es hora de lamentaciones sino de actuaciones. De estar preparados para dar respuestas y ser capaces de adaptarnos a la nueva situación. Es un reto difícil, pero ni mucho menos, imposible. Si no creyera que los empresarios y profesionales presentes en las Cámaras somos capaces de salir airosos y con éxito de este envite, no habría optado a la presidencia. Por eso estamos ya buscando soluciones con la ayuda de todos y para todos para reubicarnos en el escenario de los nuevos tiempos.
Tenemos mucho que ofrecer a las pequeñas y medianas empresas y debemos ser conscientes de nuestros valores, fortalezas y oportunidades. El tejido empresarial español está formado mayoritariamente por pymes y microempresas. La mayoría no tiene tecnología de producto ni de mercado, únicamente de procesos, y el censo exportador es muy pequeño. Sin embargo, toda empresa tiene detrás un emprendedor, el tesoro más difícil de encontrar.
Aquí es donde las Cámaras somos imprescindibles, con servicios específicos y a medida, que permitan a las pymes y a los emprendedores aumentar sus conocimientos de gestión, mejorar su competitividad interna, ayudarles en la internacionalización y trasladar a las Administraciones sus peticiones y sugerencias.
Para esto, contamos con la mayor red de proximidad al empresario, con más de 450 puntos de atención. Es una red que hay que mejorar, concentrando el conocimiento de los servicios y llegando al usuario mediante las nuevas tecnologías. Debemos ser más ágiles sin perder el actual nivel de calidad en los servicios, porque ahora las empresas nos necesitan más que nunca. Rediseñaremos, por ello, la eficiencia y el coste de los servicios, así como su financiación.
De igual forma, debemos, cuanto antes, promover una nueva ley de Cámaras, con altura de miras y generosidad, con una base legal en el que deben tener cabida todas la Cámaras. Una ley de amplio consenso con las organizaciones empresariales, los partidos políticos y las administraciones públicas, para que perdure en el tiempo. Creo también que es necesario un periodo mínimo para abordar estos cambios con las garantías necesarias, y por ello es fundamental la consecución de un año más de periodo transitorio en el cobro de la cuota a las empresas que facturan más de 10 millones de euros.
Nosotros vamos a hacer nuestros deberes. Vamos a ajustarnos a un modelo de gestión empresarial y de eficiencia, pero, para eso, necesitamos, tiempo, ayudas y el consenso de todos.
Posiblemente las Cámaras, incluido el Consejo Superior, como una Cámara más, necesiten una reorganización de los recursos disponibles para ser más eficientes en el cumplimiento de sus funciones. Habrá que articular nuevos sistemas de gestión y una reordenación, más acorde con la situación, de los recursos económicos y humanos en función de las nuevas prioridades que nos establezcamos.
El mismo día que recibí la confianza de los presidentes de las Cámaras de España emplacé al Ministro de Industria para encontrar los puntos comunes que beneficien a las empresas, sobre todo en un terreno que conozco perfectamente, como es la internacionalización. Nada nos debe hacer desistir del objetivo fundamental de nuestras actuaciones: el apoyo a la exportación de las empresas y la economía española. Muchas pymes no pueden contratar a precios de mercado los servicios que hasta ahora les han prestado las Cámaras en materia de internacionalización, innovación, nuevas tecnologías o formación. Estamos, pues, ante un enorme campo de actuación para la colaboración público-privada.
En definitiva, estamos afrontando la situación con pragmatismo y con las necesarias dosis de ilusión e imaginación, para consolidar una refundación de nuestra institución. Antes teníamos un modelo centroeuropeo, acorde a una situación financiera y ahora debemos buscar otro en condiciones muy distintas.
Todos juntos, porque todas las voces son necesarias, vamos a revisar los servicios y los métodos de trabajo para adecuarlos a la nueva realidad. Tenemos la oportunidad y la obligación de reinventarnos y la vamos a aprovechar. Que no le quepa a nadie la menor duda. Somos empresarios y como tales, emprendedores y gestores.
El pasado ya es historia, el presente y el futuro nos pertenecen y tenemos que escribirlo todos juntos sin complejos, con firmeza y altura de miras. Este es el reto ilusionante que nos espera.
*Presidente del Consejo Superior de Cámaras de Comercio, Industria y Navegación de España
3 comentarios
# Chema Responder
05/11/2011 19:12Animo con el blog. Es un tema que intereresa a mucha gente
# Luisig Responder
06/11/2011 15:32Que bien,muy interesante,podremos enviar fotos y hacer preguntas a los veterinarios?
# Luisig. Responder
06/11/2011 15:34Hola ,que bien ,solo faltaba esto,podemos enviar las fotos de nuestras mascotas y hacer preguntas a los veterinarios.