Todo iba plácidamente en la reunión entre Francisco Alvarez-Cascos y Mercedes Fernández, con coincidencia programática y deseos de servir desde la derecha a Asturias cuando, al final, la presidenta dedocrática del PP asturiano lanzó su órdago: “Todo muy bien, Paco, pero yo quiero ser la presidenta“. Al presidente en funciones le dio un vahído, creyendo en principio no escuchar bien lo dicho por su antigua colaboradora en el Partido Popular. Me consta que para el presidente del Principado en funciones, asesorado por su sanedrín más íntimo -Cristina Coto, Pelayo Roces y José Antonio Martínez tomaban café, cariacontecidos, a las cuatro de la tarde frente a la Junta General del Principado-, ha sido pisar su antigua compañera la línea roja.
En Madrid el diputado forista Enrique Sostres observaba como dirigentes nacionales del PP estaban con él más cálidos que de costumbre empezando por el portavoz Alvaro Alonso. Y es que parecía palparse en el ambiente un acuerdo definitivo PP/Foro para alcanzar la mayoría con la ayuda del único diputado de UPyD Ignacio Prendes. La lideresa de dicho partido Rosa Díez quedó de una piedra cuando Enrique Sostres le comunicó la decisión de Mercedes Fernández de presentarse como candidata, hasta el punto que exclamó “Pero ¿Que quieren? ¿Que vuelvan a gobernar esos?” en clara alusión a los socialistas. El caso es que la ambiciosa postura de Mercedes Fernández tiene varias interpretaciones:
- Dolores de Cospedal ha logrado imponer su tesis de que a Alvarez-Cascos ni agua, prefiriendo que vuelva a gobernar Asturias la izquierda, incluso con acuerdos puntuales con el PP, antes de entregarle nuevamente a Alvarez-Cascos la presidencia del Principado.
- Que Mercedes Fernández haya tenido que plegarse a las exigencias del núcleo duro del PP de Asturias que encabezan Gabino de Lorenzo y Ovidio Sánchez, sabedora como es de que sin su apoyo no saldrá triunfante en el próximo congreso regional. Aunque una decisión de este calibre no la habría tomada sin el visto bueno de Génova.
- Que el propio Francisco Alvarez-Cascos haya tirado la toalla -no da esa impresión- y sirva Asturias en bandeja a la abogada gijonesa pero sus aún muchos partidarios se lo comerían vivo iniciando, por tanto, el principio del fin de su aventura política en esta región.
- Que Mercedes Fernández quiera para sí y los suyos más tarta del pastel regional pese a las cuatro consejerías que le ofrece Foro Asturias además de la presidencia del parlamento regional.
- Que simplemente su postura de esta mañana sea un órdago a ver por donde respira el ex ministro y el viernes recoger velas y apoyarle como candidato.
- En todo caso Francisco Alvarez-Cascos tiene previsto reunir a su equipo esta misma tarde mientras Mercedes Fernández, por fin reunirá, el comité ejecutivo regional el jueves.
La cosa se está poniendo tan grave que Rosa Díez en persona estará el viernes en Oviedo para asistir al pleno de la Junta General del Principado y arropar a su único diputado, Ignacio Prendes.
A todo esto, viendo los toros desde la barrera, Javier Fernández y Jesús Iglesias se frotan las manos esperando que UPyD les apoye para poder gobernar. Pero, ojo al dato, que diría mi admirado José María García, en una de estas UPyD se abstiene ante al poca seriedad de la derecha y lo poco que les gusta la izquierda por lo que tampoco hay que descartar una repetición de las elecciones autonómicas. Y entre tanto los asturianos, mesándose los cabellos con sus 100.000 parados mientras los futuros diputados -aún no han jurado el cargo- se divierten con sus intrigas palaciegas.