El proyecto del nuevo DNI de los argentinos hoy es un orgullo de todos, nació en el inicio de nuestra gestión en diciembre de 2007 por una decisión política de la Presidenta Cristina Fernández y fue así que diseñamos un proyecto integral de modernización del Registro Nacional de las Personas.

Comenzamos a trabajar en forma silenciosa, sabíamos que hacer eficiente, moderno y seguro el sistema era una asignatura pendiente y reclamada por todos los argentinos.

Durante meses trabajamos sin descanso en los principales ejes que fueron seguridad, eficiencia y transparencia. Fue trascendente la labor de nuestro equipo informático con el desarrollo del software que le permitió al Estado obtenerlo de forma gratuita.

También, paralelamente, se fue desarrollando la fábrica que funciona en Parque Patricios con toda la tecnología digital que hoy permite que todo el país tome los trámites online. Esto fue posible gracias a la digitalización de las 50 millones de fichas que contienen los datos de todos los argentinos.

En noviembre de 2010, se puso en marcha el nuevo DNI y el sistema fue creciendo en forma progresiva, y expandiéndose a lo largo y ancho de la Argentina.

Se dio un salto cualitativo en un tema que había sido uno de los ejemplos más graves de corrupción, de aquellos que impusieron un modelo de país que quería que el Estado se desentendiera de las cuestiones esenciales de los ciudadanos para facilitarle el negocio a empresarios que eran sus cómplices.

Por eso el caso Siemens merece un capítulo especial en la historia de los argentinos porque afectó a todo el sistema. Provocó un enorme desprestigio, paralizó cualquier intento de modernización del DNI y provocó una gran desmotivación para el personal del RENAPER

Nosotros conseguimos que la empresa Siemens renunciara al laudo que mantenía con el Estado argentino en los tribunales internacionales del CIADI, y eso implicó que la desvinculación se hiciera sin ningún costo para los argentinos, y así se cerró esa historia para el Estado.

Hoy quedó demostrado que el Estado puede estar a la altura de las empresas más avanzadas del mundo y con un costo infinitamente menor, hoy no hay un archivo con nombres y datos de los ciudadanos argentinos en manos extranjeras y un DNI que no cuesta 120 pesos, sino la cuarta parte.

La inversión total de este proceso fue de 18,6 millones de dólares, contra los más de 1260 millones que nos hubiese costado ese contrato.

Llevamos realizados casi 7 millones de nuevos documentos, saldamos una deuda histórica, y en menos de 15 días de tramitado el DNI, el ciudadano lo recibe en su casa de cualquier localidad del país.

El Estado hoy también modernizó todo el trámite del Pasaporte con el mismo sistema que creamos para el DNI. Esto significó cero costo y la misma tecnología y eficiencia.

La nueva concepción de país también se refleja en estas acciones. Hoy se ha construido una agenda pública en materia del derecho a la Identidad. El tiempo nos confirmará si hemos logrado marcar un antes y un después.

*Ministro del Interior de Argentina