Durante años hemos estado hablando –sobre todo quienes hemos dedicado nuestra vida a la salud- de los grandes progresos que representa dar años a la vida y, sobre todo, vida a los años. La longevidad, era, es, la gran referencia de los avances conseguidos y aplicados en algunas partes privilegiadas del mundo. ¡En otras, la expectativa de vida es de la mitad!
Pues ahora resulta que el FMI considera que los viejecitos son una lata y que duran demasiado tiempo sin cotizar, con gran prejuicio para los “mercados”…
Todo ésto es aberrante y denota el caos ético, democrático y sistémico que estamos viviendo.
Lo que parece desconocer el FMI es que los ciudadanos del mundo, incluidos en primer lugar los “viejecitos con temple” van a cambiar muchas cosas rápidamente, empezando quizás por el FMI, por el Banco Mundial, por los PIB, por los grandes consorcios financieros…
Vamos a vivir momentos fascinantes. Los pueblos –la democracia a escala mundial, con unas Naciones Unidas refundadas- van a tomar en sus manos el liderazgo que les corresponde… y volverá la sonrisa (también en los viejecitos) y la mano tendida como índices del auténtico progreso.
Pues ahora resulta que el FMI considera que los viejecitos son una lata y que duran demasiado tiempo sin cotizar, con gran prejuicio para los “mercados”…
Todo ésto es aberrante y denota el caos ético, democrático y sistémico que estamos viviendo.
Lo que parece desconocer el FMI es que los ciudadanos del mundo, incluidos en primer lugar los “viejecitos con temple” van a cambiar muchas cosas rápidamente, empezando quizás por el FMI, por el Banco Mundial, por los PIB, por los grandes consorcios financieros…
Vamos a vivir momentos fascinantes. Los pueblos –la democracia a escala mundial, con unas Naciones Unidas refundadas- van a tomar en sus manos el liderazgo que les corresponde… y volverá la sonrisa (también en los viejecitos) y la mano tendida como índices del auténtico progreso.