Cuando las hojas del calendario se caen/suceden una tras otra y la pereza
nos invade la rutina se adueña de nuestras vidas. Hablando sobre ello con
mis amigos, les sucede: ( +  -  = ) pero nadie da con la solución.

Los que son positivos, lo achacan a que debemos tener otras miras mas
lejanas y no contagiarnos del inmovilismo actual. No esperar que otros nos
hagan la tarea. Mirar siempre al horizonte en busca de un nuevo amanecer,
mejor y esperanzador del que ayer dejamos atrás.

Para los negativos, siempre con la mirada en el cogote, solo buscan en el
pasado, viven como en aquellos lejanos y gastados tiempos en la obscuridad,
la luna es -para ellos- como la bajada del telón del día. Ni siquiera
aplauden de que han sumado un día mas, a su melancólica existencia.

Este maravilloso universo (sin entrar en pormenores del quién lo puso en
marcha) es como la carta que nos dan en cualquier restaurante, así que
seleccionamos a nuestro gusto y no cerrarla.

- Qué, me aconseja?

Seguramente nos ofrecerá lo que a él, le interesa dar salida.

No deje que otros vivan por Ud. Tome decisiones y hasta el fin. La rutina
que hace unos minutos guiaba mis actos, ya esta fuera de mi. La TV, me
aburría, la prensa leída, el libro sigue con el marca paginas sin avanzar
desde hace unos días, solo pasear o escribir.

Lo primero debería llevar por compañía el paraguas, descartado. Lo segundo,
no hace especificar la decisión adoptada, es obvio. Ganas de desnudar al
calendario que me observa colgado de la pared y desprenderle de otra hoja.

Que mañana...sea, hoy. Mas que nada por ver la si se muda el tiempo. No me
hace falta comprar una "baguette" pero, es un modo de tener un propósito,
para pisar la acera y ya fuera aprovecho para visitar algún santuario
cervecero.

Rutina?...non, gracies.