“Los problemas del desarrollo regional, de la distribución espacial de los recursos económicos, de la reconversión de empresas y regiones, así como todos los problemas derivados de los cambios de población, han alcanzado en nuestros días una dimensión que antes no podía preverse.

El objetivo fundamental de la política regional consiste en la organización espacial de las fuerzas productivas materiales y humanas; pero como el hombre no puede situarse más que en función de su trabajo material, éstas constituyen el elemento primario y determinante en la organización del espacio económico. Dadas las características de nuestro sistema económico, puede afirmarse categóricamente que todo proceso espontáneo tiende a acentuar los desequilibrios regionales (…)

La disyuntiva, tantas veces planteada, entre un desarrollo nacional para la región, o un desarrollo regional para la misma, no constituye, hoy día, un planteamiento válido. La insuficiencia de los mercados naturales, la irracionalidad del mercado, la expansión de los monopolios, justifican sobradamente la acción regional”

(Jesús A. Expósito y A. López Muñoz en “Asturias frente a su reconversión industrial”, 1968)

Por cierto, no se les escapará que estamos ante unas elecciones para las administraciones autonómicas y locales y de los problemas trascendentes de los territorios y sus gentes ni se habla ni se debate ni se discute lo suficiente y, lo que es peor, no se desarrollan en profundidad programas que dibujen soluciones y alternativas para ellos, con lo cual  ¿en base a qué van a votar ustedes?