Atrás quedaron estos días pasados por agua y la normalidad vuelve a reinar.
Otros años los que se habían ido al sur o las islas, al regreso daba gusto
mirarles a la cara. Nos mostraban el barniz que les dejo pintado el sol.
Hoy, nos llegan con los rostros pálidos y en todas la fotos sale el
paraguas como elemento principal.
Las procesiones como ocurre con los malos estudiantes...suspendidas. Los
bares se convierten en catedrales y el cáliz es mas llevadero. Aquí o por
aquí, no íbamos ser menos. Solo que como somos mas grandones que nadie,
nuestro menú climático llevaba de todo: nieve/niebla, lluvia/granizo, aire
frió y mas sombra que luz.
Los penitentes deberán obtener sus perdones el próximo año, se les van
acumular las deudas con Dios. me da la impresión que los rezos los dejan
para última hora y el Señor que todo lo ve...zas! Tomad, agua hasta decir
basta. Y para cuando éstos quieren agua para sus regadíos, el Supremo les
mortifica con un sol abrasador. Cuestión de fé interesada.
Cosas de la globalización -dirán, los progres- mientras que las monjitas,
miraran hacia arriba y dirán...es la voluntad del Creador. La verdad es que
somos malos, nos metemos con la reforma laboral, hacemos una huelga
general, odiamos a los empresarios, tenemos envidia de Messi/Ronaldo por
que hacen lo que quieren y les pagan por ello, nos manifestamos por la mala
educación, sanidad, contra el despido libre, contra la ley del tabaco, la
subida de la gasolina y alcohol, los asturianos queremos un gobierno...ya!.
Casi me quedo sin aire.
Cuando termine este articulo, no se si ir a un psiquiatra y me haga una
revisión completa o acudir a un confesionario para que el cura me quite con
la ayuda del espíritu santo todas estas ideas tan deformes que tengo contra
el poder establecido.
Y claro así, con tantas dudas y maldades, amigos no hay quién nos salve. Ni
Rajoy, ni el que vive en el último piso...nos sacan de esta.
A Díos...rogando y con la pancarta...manifestando.