Comienzo tranquilo esta jornada de reflexión cuando me entero por El Comentario.tv que a la hasta ahora portavoz del Partido Popular en la Junta General del Principado Isabel Pérez-Espinosa González-Lobón el Gobierno de la nación a través del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente la acaba de nombrar directora general de la Sociedad Estatal de Aguas de la Cuenca del Norte (ACUANORTE) con sede en Valladolid y delegaciones en Oviedo y en Vigo. La citada empresa pública aún no tiene designado presidente de su consejo de Administración pero, en todo caso, esto va a suponer el alejamiento, aunque no ha muchos kilómetros de distancia, de la hasta ahora diputada asturiana que por lo menos respirará tranquila al haber resuelto a corto plazo su futuro. Y es lo que tiene profesionalizarse en la política. Si solo vives de ella y surge un tsunami como el de Francisco Alvarez-Cascos en Asturias puedes verte un buen día con una mano atrás y otra adelante que es lo que en cierto modo le ha pasado a esta abogada gijonesa afincada en Oviedo. Lo mismo que le ha ocurrido a su compañero de partido el avilesino Joaquín Aréstegui.
Isabel Pérez-Espinosa, asturiana de carácter fuerte y convicciones firmes respecto a su partido, es de la escuela de Gabino de Lorenzo con el que fue concejala en el ayuntamiento de Oviedo en varias legislaturas para terminar siendo cabeza de lista hace unos meses a la Junta General del Principado. El inesperado triunfo de Foro Asturias con 16 diputados y el bajón del PP que se quedó en 10 la dejó tocada del ala. Como suele ocurrir en los partidos centralistas Madrid se vio en la necesidad de mover ficha marginándola así como al citado Aréstegui, a Pilar Fernández Pardo y al mismísimo Gabino de Lorenzo para encargar toda la responsabilidad del PP en Asturias a la ex delegada del gobierno Mercedes Fernández quien, eso sí, con muy buenas formas, fue apartando al anterior equipo del que solo vino a salvarse, que tiene muy buena prensa por el occidente de Asturias, Alfonso Román y Fernando Goñi, más listo de lo que muchos creen.
El PP asturiano debe aún resolver el acomodo de otros históricos, que no viejos, dirigentes como Ramón García Cañal, buen tipo, pero que siempre vivió del y para el partido. Ha sido el jefe de la campaña que ayer terminó, aunque en la práctica lo fue Carlos Floriano, secretario de organización y persona a quien Dolores de Cospedal encomendó intentar llevar a Mercedes Fernández a la presidencia del Principado. Por cierto, como suele ocurrir en los partidos, otro de los grandes olvidados en el PP de Asturias es el veterano Noel Zapico quien actualmente es adjunto a la Procuradoría del Principado de Asturias por lo que por imperativo legal no puede tener en estos momentos carnet del PP. Aunque pienso que ya está por encima del bien y del mal si la dirección del Partido Popular tuviera visión le repescaría dada su fidelidad, conocimientos y capacidad de trabajo además de ser persona dialogante e incapaz de meterse en charcos que generen polémica. Siempre he escrito que él y el socialista José Angel Fernández Villa han sido claves en el mantenimiento del carbón asturiano y en el estatus de los mineros en los últimos 50 años; ese carbón, sí, al que se le quiere ahogar definitivamente como un hachazo más a nuestra depauperada Asturias.
Bueno, pues hay que desearle a Pérez-Espinosa acierto en la gestión. La labor de Acuanorte es importante para esta zona norte de España y en concreto para nuestra comunidad autónoma. Vale más que sea ella la directora general que el ministro Miguel Angel Cañete hubiera colocado en el cargo a alguien de Castilla La Mancha, dicho esto con todos los respetos.
