México está adquiriendo una posición relevante a nivel mundial. No solo será una de las principales economías en las décadas por venir, sino que desde ahora es líder de importantes foros internacionales, como el G-20, donde nuestro país desempeña un papel influyente en los temas prioritarios de la agenda internacional.
El centro de gravedad de la economía mundial se está moviendo. Recientemente, Jim O’Neill, el creador del concepto BRIC, incluyó a México como parte de las ocho economías de mayor crecimiento en su reciente libro The Growth Map. Estos países fueron seleccionados debido a que cada uno de ellos representa más del 1 por ciento del PIB mundial.
México mostrará un importante crecimiento y tendrá un rol relevante en el desarrollo de la economía mundial. O´Neill, de Goldman Sachs, señala que el PIB de países como India, México, Brasil, Rusia, China, Indonesia, Turquía y Corea del Sur duplicará el de Estados Unidos y Europa juntos en la próxima década. Este pronóstico se une a los publicados por HSBC y Accenture, los cuales nos ubican entre la quinta y la octava economía mundial en las próximas décadas.
Con la ruta de desarrollo que estamos teniendo, seguramente México será una de las economías más fuertes del mundo en el futuro cercano. Pero nuestros esfuerzos comienzan desde ahora; hoy México está liderando la conversación en foros mundiales, en torno a temas que son de interés para todos los habitantes del planeta.
Con la responsabilidad de sustentar la presidencia del G-20 este año, México impulsará cinco temas fundamentales:
Primero, la estabilización económica y las reformas estructurales para el crecimiento y el empleo. Un requisito para que se restaure el crecimiento es la recuperación en la confianza del sector privado, para la cual es crucial la estabilización económica. Durante su presidencia del G20, México promoverá reformas estructurales que permitan recuperar la estabilidad económica, la cual derivará en un mayor crecimiento y en la generación de empleos.
En este entorno es indispensable mantener al comercio internacional como motor de crecimiento para la economía global. No es momento de cerrar fronteras, sino de fortalecer los lazos entre naciones.
Segundo, el fortalecimiento del sistema financiero y la inclusión de los segmentos más pobres, para impulsar el crecimiento económico. Las vulnerabilidades en los sistemas financieros jugaron un papel clave en la crisis mundial y en los recientes episodios de volatilidad. Por lo tanto, México promoverá el establecimiento de un marco adecuado de regulación y supervisión para evitar que se repitan los problemas observados en la crisis global de hace unos años.
Asimismo, nuestro país insistirá en la importancia de que exista una mayor inclusión en este tema, misma que va desde incorporar a los segmentos más pobres de la población a las instituciones financieras, hasta la participación de los países en desarrollo en la agenda internacional.
Tercero, mejora de la arquitectura financiera internacional en un mundo interconectado. En la actualidad, la economía de los países no se encuentra aislada, sino que es altamente dependiente una de la otra. Por tanto, cualquier cambio en las políticas económicas de un país, influye fuertemente en el entorno global. En este contexto, el papel de las instituciones internacionales es fundamental si cuentan con los recursos suficientes para prevenir una crisis económica internacional en el futuro.
Cuarto, reforzar la seguridad alimentaria y la mitigación de la volatilidad de los precios de las materias primas. Son muchos los países que han sido afectados por los recientes episodios de volatilidad en los precios de las materias primas, afectando principalmente a los segmentos más vulnerables de la población.
Por ello, México está promoviendo que se realicen análisis de los diferentes mercados de productos y que se investiguen las determinantes que provocan la volatilidad de precios, con el objetivo de mejorar la seguridad alimentaria y garantizar un control de los mismos.
Quinto, promover el desarrollo sustentable, el crecimiento verde y la lucha contra el cambio climático. Estamos en un punto de inflexión y el mundo requiere que los países enfrentemos el problema. De mantenerse las tendencias actuales, las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera ocasionarán daños irreversibles al equilibrio ambiental del planeta.
México, comprometido con estas causas, ya ha establecido su liderazgo en diversos foros internacionales a través de promover acciones que impulsan la sustentabilidad, como el año pasado en COP16. Este año, la presidencia del G20 nos vuelve a dar la oportunidad de continuar con una agenda que impulse el desarrollo sustentable a escala global. Durante este foro, México alentará el desarrollo sustentable, incluyendo agendas de infraestructura, eficiencia energética, crecimiento verde y financiamiento.
En suma, México es hoy una de las principales economías de Latinoamérica, pero mañana ocupará uno de los primeros lugares en el mundo, contribuyendo además a enfrentar los retos mundiales actuales y ofreciendo soluciones que debemos construir todos en conjunto.
Nuestro país está comprometido con el desarrollo social y económico, el estado de derecho y la democracia. Asimismo, hemos visto que la vocación de apertura hacia el exterior nos ha ofrecido múltiples beneficios a los mexicanos, tanto en la generación de empleos, como en la posibilidad de que nuestros productos tengan cada vez más aceptación en el exterior.
En el mundo en el que vivimos actualmente ya no podemos únicamente voltear hacia dentro para solucionar los retos a los que nos enfrentamos. Las fronteras son cada vez más tenues y asumir un papel de mayor influencia para enfrentar los retos mundiales conlleva muchas responsabilidades, pero es justo esta vocación internacional la que llevará a México a ser una de las principales economías en el futuro cercano. México ha demostrado ser ya un líder en los foros internacionales y la presidencia del G20 durante 2012 será una muestra de lo que nuestro país puede hacer por el mundo
*Director General de Proméxico
