La segunda quincena de marzo será muy importante para los ciudadanos. Arranca el día 15 con las elecciones para rector en la Universidad de Oviedo. Paz de Andrés y Vicente Gotor vuelven a enfrentarse en las urnas que teóricamente esperan a 30.000 votantes pero que a la hora de la verdad no pasarán de 8.000 los que depositen la papeleta. Mi pronóstico, reconociendo la categoría de ambos candidatos y sabedor de su espíritu universitario y su ya larga labor como docentes en nuestra querida universidad, está a favor del actual rector Vicente Gotor al que siempre califico de profesor tranquilo. Bien, tras este aperitivo electoral los asturianos debemos de pasar el domingo, día 25, de nuevo por las urnas en el plazo de poco más de medio año para elegir un nuevo parlamento y, por tanto, un nuevo gobierno autonómico. El panorama no está claro en cuanto a que resultados se darán. Si parece haber dos cosas seguras: Que ninguna de las formaciones que participarán como candidatas logrará la mayoría absoluta y que el partido de Rosa Díaz, Unión, Progreso y Democracia (UPyD), obtendrá escaño en la Junta General del Principado. También los expertos dan por segura una alta abstención, hastiada la opinión pública por el circo mediático que protagonizan en Asturias nuestros políticos empeñados en que cada oveja no vaya con su pareja. En todas las encuestas y declaraciones a micrófono abierto el deseo es el mismo: Que se entiendan.
Los de la televisión autonómica, a través de la productora Zebrastur, me invitan a participar en un debate político. Ello me da la oportunidad de saludar al productor asturiano José Velasco que aún no se cree lo que está pasando en esta Asturias que es España y lo demás tierra conquistada. El día anterior estuvieron en ese programa, “Debate en 30″, los mocinos y mocinas de la política asturiana: Jesús Iglesias, Fernando Goñi, Fernando Lastra y Cristina Coto. Al jefe de ésta última, Francisco Alvarez-Cascos, le gustan los gestos de efecto y así ha ido hasta una notaria de Lugones para depositar ante su titular el programa de Foro Asturias para estas elecciones. Lógico, en dicho despacho trabaja su persona de confianza en Siero, Fano, ahora con mucha influencia en el cuarto concejo en número de habitantes de Asturias que para eso la alcaldía es suya.
Pero cara al 25 de este mes ha surgido otra cuestión que va a influir como es la convocatoria por parte de UGT y CCOO de la sexta huelga general en democracia como protesta por la reforma laboral que Mariano Rajoy ha puesto en marcha con el voto favorable del único diputado que Foro Asturias tiene en el Congreso, Enrique Alvarez Sostres. Y al día siguiente del 29, debate de los presupuestos nacionales en la Cámara baja en los que se espera que el tijeretazo que quiere aplicar el gobierno del Partido Popular alcance su punto álgido. En una cosa tiene razón Francisco Alvarez-Cascos, modesto accionista del Sporting de Gijón -debe ser lo único que le une a su antecesor Vicente Alvarez Areces, su amor a los colores rojiblancos, pobre Real Oviedo-, y es en la vergonzante rueda de visitas de políticos venidos de Madrid con los minutos contados y a estrechar cuatro manos y decir ocho tópicos para luego, en cuanto pase el día 25, si te vi no me acuerdo. Hasta Alfonso Guerra, que lo sacan del armario socialista para estos eventos, entró en el juego viendo a Siero. Me sorprendió que sus fans no fueran tantos como en ocasiones anteriores. Eso sí, tanto Mariano Rajoy como Alfredo Pérez Rubalcaba finalizarán la campaña en Andalucía no vaya a ser que se les atragante el gazpacho. Mientras tanto unos y otros venga a hablar de empleo y de crear puestos de trabajo -¿En que consistirá ese misterioso plan de choque que anuncia Mercedes Fernández, la sonrisa del régimen?- mientras estamos a punto de alcanzar los 100.000 parados. Siempre creí que el empleo tenían que crearlo los empresarios y no las Administraciones y para ello las entidades financieras tienen que abrir el grifo del crédito y los organismos públicos administrar bien, algo muy difícil en estos tiempos. En fin, no me extraña que al paso que vamos el Banco de España quiera cerrar su delegación en Oviedo.