El largo litigio, desde el año 2000 hasta hoy, que el alcalde socialista de Ribera de Arriba José Ramón García Saiz venía sosteniendo contra la multinacional eléctrica HC para cobrar de tasas por la construcción de un nuevo ciclo combinado en Soto de Ribera así como el IBI de la central térmica acaba de finalizar con una victoria de David contra Goliat, o sea, de la corporación de este pequeño concejo vecino de Oviedo –además de lindar también con Mieres, Morcín y Santo Adriano- contra HC. El Tribunal Superior de Justicia de Asturias acaba de darle la razón en contra de la eléctrica en el sentido de que ésta deberá de pagar las tasas por el último ciclo combinado construido, unos tres millones de euros, sentencia contra la que ya no cabe recurso.
Es el primer fallo favorable a un ayuntamiento que se produce en España sobre el abono de tasas por la construcción de ciclos combinados –en nuestro país hay unos 50- habiendo llevado el pleito por parte de Ribera de Arriba Javier Junceda Moreno, decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad Internacional de Cataluña, siendo un informe técnico jurídico de la Universidad de Oviedo la base principal de la argumentación esgrimida ante los tribunales por el citado letrado.
El de Ribera de Arriba es el más veterano de los 78 alcaldes asturianos puesto que estuvo primero cuatro años como concejal y ahora lleva veinticuatro como alcalde. En las elecciones municipales del pasado mes de mayo logró una nueva mayoría absoluta con 5 concejales de su partido, el PSOE, por 2 de IU, 1 de Foro y 1 del PP.
Empleado de la Unión General de Trabajadores ha llevado una firme política en defensa de los intereses del concejo, en cuanto a cobro de tasas e impuestos se refiere, frente a la propiedad de la central térmica de Soto de Ribera. El mismo confiesa que a lo largo de estos años ha tenido la intención en más de una ocasión de arrojar la toalla por las presiones que recibía de sectores eléctricos y administrativos para que olvidase sus reivindicaciones que ahora acaban de dar como resultado el cobro de unas tasas e impuestos que hacen liberar a este ayuntamiento de números rojos para muchos años. Y no solo eso, también poder planificar importantes inversiones para el concejo cara al futuro comenzando por un plan de empleo que permita disminuir el actual censo de parados, unos cien, que hay en el concejo.
El presidente de HC, el catedrático Manuel Menéndez, bien sabe de lo duro que ha sido a lo largo de esta década negociar con el alcalde de Ribera de Arriba. Y es que Ramón García no solo ha logrado que los tribunales reconozcan la obligación que tiene HC de abonar las correspondientes tasas y el IBI –éste último a partir de ahora todos los años, lo que le convierte en una importante fuente de ingresos para el ayuntamiento- si no que además logró de la eléctrica una amplia operación técnica que eliminará el paso aéreo de gran parte de líneas de alta tensión –unas 16 en estos momentos- que atraviesan el cielo de este bonito concejo.
Con la economía saneada y unos ingresos sustanciosos –Papa Noel ya entregó al ayuntamiento en las pasadas navidades, a través del servicio de recaudación del Principado, más de tres millones de euros por el IBI atrasado de la central térmica- Ribera de Arriba está aplicando una profunda renovación a sus localidades, tras la construcción de dos glorietas de acceso a Bueño y a Soto de Ribera, además de un puente atirantado, y su primer polígono industrial de 90.000 metros cuadrados en la zona de Vegalencia.
Pero probablemente la obra más espectacular que se esté llevando a cabo ahora en Ribera de Arriba sea la que corresponde al pueblo de Bueño, el pueblo de los hórreos –hay más de 50, algunos centenarios- donde se está construyendo no solo las correspondientes canalizaciones para evitar las intermitentes inundaciones del río Nalón, sino que también se está instalando el servicio por conducción subterránea de gas así como de cable. Bueño, que cuenta con un centro de interpretación del hórreo que será inaugurado este mismo mes, viene presentándose al premio “Pueblo ejemplar de Asturias” que cada año en septiembre falla la Fundación Príncipe de Asturias. La nueva cara de Bueño ya estará lista para esa fecha y las arcas municipales lo que se dice a rebosar. Y es que en esta larga lucha de su alcalde a lo largo de doce años contra la gran industria lo conseguido para el ayuntamiento entre acuerdos y pleitos, más lo recibido por parte de la Administración autonómica, supera los 30 millones de euros. Vamos, como si a sus 1.984 habitantes les hubiera tocado el euromillón.
