Si el reloj del tiempo nos dejara en vez de darle cuerda para que siga avanzando, que ese mismo mecanismo que la hace latir, retrocediera hacia atrás. Unos doscientos años, los necesarios para que volviera a nacer Charles Dickens y si es posible que lo hiciera aquí, en este país que le iba a recordar su triste infancia. Seguro, que reflejaría la realidad del momento como ya lo hiciera antaño. Ya ven la humanidad avanza en años, pero la historia se repite.
El afamado escritor ingles, con su fina prosa pintaría las miserias del siglo XXI tal como ya lo hiciera antaño. Solo que se quedaría plasmado al contemplar la hoja del calendario y ver que han pasado dos siglos, que todo sigue igual por no decir que peor.
Con cuantos "David Copperfield" se encontraría en la calles de hoy? No me atrevo a poner cifras...quizás las listas del Inem, nos den una pequeña pista. Hoy, como recién sacado del horno, estaría leyendo la letra pequeña de la nueva reforma laboral, para lanzar sus dardos envenenados contra el sistema.
Se diría, seguro que lo que estoy leyendo, es para restar la lucha contra el paro o es para seguir sumando nuevas "cartillas", de momento se anuncia que este año...las cifras irán hacia arriba y para el venidero que mas de lo mismo, es decir, que han hecho algo que no sirve para atajar la lacra actual y eso, es bueno? Nos hacen creer en algo que no existe, esto si que es tener fe.
Entre la ola de frió, las reformas, los juicios nos dejan helados. Esta tarde voy releer "Cuentos de Navidad" que pena que no sea el propio autor, el que me lo narre -como hizo tantas veces en vida- y que ponía tanto énfasis en sus recreaciones literarias.
Quién me iba decir, no hace tanto, que me iba refugiar de nuevo en los "cuentos" para evadirme de la puñetera realidad. El próximo fin de semana acudiré hasta el rastro a ver si pillo algún "TBO" y solidarizarme con el misero Carpanta siempre en busca de algo que llevarse a la boca. Hoy, por desgracia las tripas vacías suenan como una sinfonía universal.
Erase que se era.
