Tres guías sobre insuficiencia cardiaca, enfermedad coronaria y dieta cardiosaludable

Tres guías sobre insuficiencia cardiaca, enfermedad coronaria y dieta cardiosaludable

La Consejería de Sanidad y la Sociedad Asturiana de Cardiología difunden tres guías para pacientes sobre insuficiencia cardiaca, enfermedad coronaria y dieta cardiosaludable 

 

La recomendaciones incluyen indicaciones y pautas sobre los problemas de salud más prevalentes relacionados con el corazón

 

 

La Consejería de Sanidad y la Sociedad Asturiana de Cardiología han elaborado tres guías que incluyen recomendaciones relacionadas con el cuidado de la salud cardiovascular. Dos de los trabajos están dirigidos a personas que padecen enfermedad coronaria e insuficiencia cardiaca. La tercera, destinada a la población general, incluye indicaciones y pautas para mantener una dieta cardiosaludable.

 

El consejero de Sanidad, Francisco del Busto, y el presidente de la Sociedad Asturiana de Cardiología, Jesús María de la Hera, han presentado hoy las guías, que cuentan con el respaldo de otras siete sociedades científicas: La Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), la Sociedad Asturiana de Medicina Familiar y Comunitaria (Samfyc), la Sociedad Asturiana de Hipertensión y Riesgo Cardiovascular (SAHRVA), la Sociedad de Geriatría y Gerontología del Principado de Asturias (SGGPA), la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG-Asturias), la Sociedad Asturiana de Medicina Interna (SAMI) y la Sociedad Asturiana de Diabetes, Endocrinología y Nutrición (Sadeno), que también se han comprometido a recomendar estas pautas.

 

La elaboración y difusión de estos trabajos se enmarca en el convenio de colaboración firmado en octubre de 2017 por la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y la Consejería de Sanidad para mejorar la calidad asistencial en el diagnóstico, tratamiento y prevención de las enfermedades cardiovasculares.

 

Del Busto ha valorado este tipo de iniciativas como ejemplo de la estrecha colaboración que mantiene la consejería con las principales sociedades científicas y profesionales con representación en Asturias para conseguir una medicina de mayor calidad y más centrada en las necesidades reales de los pacientes.

 

“Trabajamos con las sociedades científicas porque creemos que es fundamental contar con el conocimiento de los profesionales para usar del modo más eficiente posible los recursos humanos y asistenciales y fomentar el uso de las mejores prácticas; también para ofrecer ayuda a nuestros clínicos en la toma de decisiones, aportando información con un alto nivel de calidad científica”, ha explicado el consejero.

 

Las guías presentadas hoy, que se caracterizan por un lenguaje cercano y fácilmente asimilable, incluyen pautas y explicaciones sobre algunos de los problemas más prevalentes relacionados con el corazón. También aportan respuestas a preguntas frecuentes de los pacientes y ofrecen recomendaciones para el cuidado de la salud y para diseñar una dieta adecuada y cardiosaludable.

 

Primera causa de muerte en Asturias

 

Globalmente, las patologías cardiovasculares fueron la primera causa de muerte en Asturias en 2016, con un 32% de fallecimientos, frente a un 28% de los tumores y un 11% de enfermedades respiratorias. Estrechamente vinculadas al envejecimiento de la población, provocan más muertes entre mujeres (36,11%) que entre hombres (28,47%).

 

No obstante, la mejora en los hábitos de vida, como el abandono del tabaquismo y el sedentarismo, una mejor alimentación y la continua mejora de la sanidad asturiana en la atención a los problemas cardiacos, ha permitido mejorar los resultados de años anteriores. Así, desde 1999 a 2010, la mortalidad por enfermedades cardiovasculares se ha reducido en Asturias a un ritmo medio anual del 2,3% en varones y del 2,8 en mujeres.

 

El diferencial de mortalidad cardiovascular aumenta respecto a España y se reduce en relación con Europa. Esto se debe a que en el contexto europeo el Principado presenta buenas tasas de mortalidad por estas patologías.

 

La evidencia científica muestra que las enfermedades cardiovasculares pueden ser prevenibles de forma integral: en primer lugar, siguiendo hábitos de vida saludables (en torno al 75% de las causas de estas patologías están relacionadas con el tabaquismo, el sedentarismo, la hipertensión, la diabetes o la obesidad) y, en segundo lugar, mediante una detección precoz. De hecho, proporcionalmente, la mortalidad se reduce más mediante la prevención y el tratamiento óptimo del riesgo cardiovascular que por la mejora en la atención hospitalaria.

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