Balneario de Mondariz, cuya importancia origino en 1924 la creación de un municipio propio, es desde hace tres siglo, el destino elegido por los españoles y europeos para disfrutar de las vacaciones estivales y cuidarse a partir de la filosofía natural del “Salutem per Aqua”. Los hermanos Peinador son los grandes artífices de lo que hoy es el BalneariodeMondariz y todo su entorno, cuando en 1873 el agua de sus manantiales fue declarada de utilidad pública por el Gobierno de España, convirtiéndose así en la única villa termal española. Un proyecto llevado a cabo por el arquitecto Antonio Palacios, responsable de algunos de los edificios más emblemáticos de Madrid, entre ellos el actual Ayuntamiento de Madrid. BalneariodeMondariz cumple estos días 145 años dedicados a la salud termal y como referente europeo en el turismo de salud y con la satisfacción de que su importancia fue tal que son el único caso en el mundo que, por necesidades del establecimiento termal, originó en 1924, un nuevo municipio con autonomía propia y con su nombre Mondariz Balneario como seña. ¿Pero como consiguió ser BalneariodeMondariz conocido, hace dos siglos, en toda Europa y marcar una historia llena de importantes acontecimientos?
La “Belle Époque” marcó una época en los veraneos de salud de los españoles y europeos más chics que tenían en el Balneariode Mondariz un destino. Mondariz siempre ha sido siempre sinónimo de salud, de encuentro y vacaciones en sus tres siglos de vida. Una villa termal que defiende los intereses de todos los españoles como propios. Haciendo internacional el carácter acogedor de los gallegos. Hablar de Galicia es hablar de la Tierra del Agua: mar, ríos y aguas mineromedicinales que convierten el noroeste español en todo un destino de bienestar que tiene en el termalismo una tradición centenaria que les hace únicos.
Mondariz, un balneario que nace a mediados de los siglos XIX y principios del XX es desde siempre el referente europeo del Salutem per Aqua, partir de las propiedades de sus manantiales. El termalismo tradicional de los “aguïstas” de la “Belle Époque” que trajo a Galicia a personajes como Isaac Peral, John Rockefeller II, Isabel de Borbón, el arzobispo de Westminster, Miguel Primo de Rivera, el sultán Muley Haffid o el infante Augusto de Braganza a cuidar su salud ha dado paso en el siglo XXI a toda una industria turística gallega a partir del culto al cuerpo y la necesidad de buscar la fuente de la eterna juventud. Y es que las aguas mineromedicinales del Balneario de Mondariz por su composición bicarbonatadas, carbogaseosas y ferruginosas son únicas en España a la hora de luchar contra el envejecimiento, tanto a nivel físico como estético.
Una realidad recientemente destacada por un estudio realizado por hidrólogos que reconocen la calidad de las aguas termales pontevedresas y que tienen en esta villa termal la referencia del termalismo. Unas aguas también recomendadas para patologías crónicas (reumatológicas, respiratorias, dermatológicas, digestivas) que tienen un efecto ralentizante del envejecimiento gracias a su efecto antioxidante y antiinflamatorio y ayudan a la reactivación de la capacidad física y psíquica de las personas mayores y mejorando su autoestima).