La pesca ilegal supone el 15 % de las capturas, cerca de 26 millones de Tn/año

La pesca ilegal supone el 15 % de las capturas, cerca de 26 millones de Tn/año

La pesca ilegal de entre 11 y 26 millones de toneladas al año (el 15% de las capturas) mina los esfuerzos por conservar recursos y reconstruir reservas agotadas, y es negativa para la seguridad alimentaria y el medioambiente. La UE debe abordar el problema: es el mercado más grande del mundo y una de las principales potencias pesqueras. La comisión de Pesca del PE votó el martes un informe de la eurodiputada verde sueca Isabella Lövin sobre el papel de Europa en la lucha contra esta práctica.

Alrededor de dos tercios de los océanos mundiales se encuentran bajo jurisdicción nacional, de la Unión Europea, de la ONU y de Organizaciones  Regionales de Ordenación Pesquera, por lo que se debería llegar alcanzar una estrategia global.


"La Unión Europea tiene que promover una cooperación internacional efectiva para combatir la pesca ilegal", afirma Lövin en su informe. "Tenemos que asegurarnos de que los operarios que quieran saltarse la ley no pueden cambiar simplemente la bandera de sus barcos para evadir responsabilidades", añade. "Con tantas reservas pesqueras gravemente amenazadas en el mundo, la pesca ilegal podría ser el punto final", sentencia la ponente.


El problema se agrava con la pesca ilegal realizada por grupos criminales organizados. Entre sus actividades se encuentra el transporte de bienes robados, el tráfico de personas, el blanqueo de dinero, la evasión de impuestos, el fraude, el contrabando de drogas, armas y en ocasiones incluso el terrorismo. Entre los grandes retos se encuentra la identificación de barcos sospechosos en el mar, cuyos nombres a menudo oculta la tripulación.


Soluciones propuestas


Una de las soluciones que propone Lövin es implantar medidas de monitorización para controlar la pesca ilegal, que ya existen actualmente, pero falta una política para llevarlas a cabo. La eurodiputada propone actualizar frecuentemente la lista negra global de buques pesqueros para identificar cualquier indicio de actividad ilegal.


La Unión Europea también impondría inspecciones en altamar y programas de observación, prohibiciones en los transbordos, recopilación de documentos y evaluaciones periódicas de las instalaciones de las organizaciones pesqueras regionales y de los Estados miembros.


Otra de las medidas que propone el informe es prohibir la venta de buques de pesca a empresas con dueños sospechosos, también aumentar el seguimiento de las actividades de los barcos y de las interacciones entre los buques mercantes. Se pretende además reforzar el papel de las Organizaciones Regionales de Ordenación Pesquera.


También se contempla sancionar a los Estados miembros que no respeten la Política Pesquera Común, y se incrementaría la cooperación entre las fuerzas del orden para combatir el crimen organizado en el mar.


Financiación internacional


Según el informe, la Unión Europea financiaría el seguimiento de programas en países en desarrollo, que sería expandido y coordinado con proyectos similares de los Estados miembros. Asimismo, intervendría en la gestión de instrumentos internacionales con fondos de la Unión Europea (como el Acuerdo sobre medidas del Estado rector del puerto de la FAO, el Acuerdo sobre poblaciones de peces de las Naciones Unidas y el Acuerdo de cumplimiento de la FAO). Toda ayuda europea debería estar enmarcada dentro de las reglas internacionales.


Además, el texto subraya que si sólo fuera la Unión Europea la que rechazara la pesca ilegal, ésta se extendería a otros mercados. Por esta razón  EE.UU., Japón y China deberían eliminar también el pescado ilegal de sus exportaciones. Por tanto, las partes interesadas de todo el mundo deben desarrollar un sistema de certificación de capturas.


La comisión de Pesca del PE aprobó el informe de forma unánime (20 votos). Está previsto que el conjunto de la Cámara lo someta a votación en la sesión plenaria de mediados noviembre en Estrasburgo.

Dejar un comentario

captcha