La Coordinadora Ecoloxista ha denunciado un vertido continuo de purines producido en las proximidades de Lugo de Llanera que lleva años, sin que nadie haya tomado medidas para evitar estos vertidos con la consiguiente contaminación, que acaba en una charca contigua a la zona de vertido, con la consiguiente contaminación del agua de la zona.Los vertidos de purines pueden contaminar el suelo por exceso de nutrientes (nitrógeno, fósforo y potasio), a su vez a las aguas continentales por sus nitratos, y la atmósfera por sus emisiones de amoniaco, metano y malos olores.
Exponen a los colindantes a los efectos perniciosos de los purines que va desde los malos olores e irritaciones producidas por la urea hasta la exposición a las nitrosa minas (potencialmente cancerígenas) pasando por la exposición a agentes patógenos como Salmonella, Brúcela, Mycobacteriumtuberculosos, Leptospira, Yeersinia, Campylobacter, Erysipelothris, Listeria y Treponema entre otros.Mientras tanto el Principado como el Ayuntamiento de Llanera han hecho caso omiso de estos vertidos de los purines que los ven todos los que pasan por la carretera de Lugo de Llanera a Villabona, eso que se aprecia como los vertidos llegan a la laguna existente y la contamina.
No podemos olvidar que tenemos en la región según el Sadei más 30.000 explotaciones ganaderas (16.331 bovinas, 9.014 equinas, 3687 ovinas, 1251 caprinas, etc...) con unas 497.000 cabezas de ganado, explotaciones ganaderas producen más 8 millones de toneladas de purines que una parte no se pueden reaprovechar a la manera tradicional, convirtiéndose por tanto los que no se aprovechan en un residuo con un gran impacto medioambiental.
Solo tenemos 3 planta de tratamiento de los residuos ganaderos, ninguna de ellas en la zona central, por lo que es necesario, tomar medidas para evitar este problema que va ir a mayores en muchas zonas, porque el Principado y los Ayuntamientos permiten a los ganaderos incumplir las normas básicas que hay y si no ya no cumple con lo laxo que es la normativa de gestión, cuando entre el año que viene la implantación de una norma más exigente europea, va a ver muchos mas incumplimientos.
El problema radica fundamentalmente en las grandes explotaciones ganadera de leche que solo son solo 2.000 explotaciones, con ganado estabulado y que se le limpia con agua lo que multiplica el volumen de residuos, que se agrava los meses de más temperaturas y este modelo es difícil de gestionar sus residuos, con una norma muy laxa como la vigente que es una recomendación “El Código de Buenas Prácticas Agrarias” del año 1997 que se implanta tras las otra Directiva 91/676/CEE relativa a la protección de las aguas contra la contaminación por nitratos, no obliga sino que recomienda, por lo que el ganadero acaba haciendo lo que le da la gana, el que quiere gestiona bien sus residuos y el que no los gestiona mal, porque las administraciones responsables se lo consienten.
Por eso es necesario que el Principado cumpla sus obligaciones y sea más exigente con los ganaderos que no cumplen, que los Ayuntamientos tengan en cuenta cuando dan licencias para nuevas cuadras o ampliaciones de estas el impacto para los vecinos colindantes de estas actividades, si disponen realmente de los medios físicos y materiales para hacer una buena gestión de estos residuos ganaderos, sino va a ser difícil la convivencia deseada de los ganaderos y sus vecinos.