(De realoviedo).-Saúl Berjón anotó el gol del triunfo oviedista que devuelve al equipo de Anquela a los puestos de play off de ascenso.
El Real Oviedo volvió a ganar, y lo hizo de nuevo en casa, en un Tartiere que volvió a ser inquebrantable. Más de quince mil oviedistas arroparon a su equipo en una noche lluviosa, en la que Anquela repitió once y sistema con respecto al equipo que logró el triunfo el fin de semana pasado en Lugo.
El conjunto oviedista se hizo con el control del balón desde el comienzo del partido, siendo protagonistas de las ocasiones en los primeros cuarenta y cinco minutos. Toché tocó de espuela, demasiado forzado, un centro de Saúl en la primera ocasión del encuentro. Era Berjón quien lanzaba una falta directa que atrapó Dimitrievsky y Cotugno remataba de cabeza, desviado, otro centro del extremo ovetense desde la izquierda. Todo ello en los primeros veinte minutos de partido, pero sería pasada la media hora de encuentro cuando Saúl Berjón anotaría, rematando desde la izquierda, el único gol del partido.
Tras el descanso, el guión continúo siendo el mismo, aunque el Nástic se volcó más en ataque buscando el empate. Fabbrini tuvo una ocasión clara para sentenciar, con un disparo raso escorado a la derecha en la frontal del área, que atrapó el meta del conjunto catalán. Respondía el Nàstic con un buen remate en el área que despejó Alfonso, en lanzamiento a balón parado, y Carlos Hernández volvía a tener una ocasión para anotar el dos a cero, rematando de cabeza un lanzamiento de falta que buscaba la escuadra, pero que atajó de nuevo Dimitrievsky. Anquela le dió entrada a Johannesson y Mossa, y el Real Oviedo se defendió atacando. Fabbrini volvió a poner a prueba al meta del conjunto catalán, rematando a pase de Saúl, a placer, en el área. De nuevo se topó con Dimitrievsky. Mossa tuvo la última, con un nuevo disparo que detuvo el meta visitante.
Así se llegó al final, con tres puntos de oro que devuelven al Real Oviedo a los puestos de play off de ascenso.