El centrocampista de España Thiago Alcántara (c) con el balón ante los jugadores de Argentina Lucas Rodrigo Biglia (izq.) y Giovani Lo Celso (der.) durante el partido amistoso este martes en el Estadio Wanda Metropolitano, Madrid. Foto: EFE/ La selección española se tomó la revancha de la goleada del último precedente en Buenos Aires, pasando por encima de la actual subcampeona del mundo, una Argentina que añoró a su líder Leo Messi.
(Andes). - España se exhibió este martes ante Argentina con una paliza histórica (6-1) comandada por Isco, con la que presentó su seria candidatura a ganar el Mundial de Rusia, en el que Brasil también tendrá mucho que decir después de vengarse del "Mineirazo" de Alemania tras ganar 0-1 en Berlín.
Los hombres de Julen Lopetegui dieron una lección de fútbol en el estadio Wanda Metropolitano. Argentina, sin Lionel Messi, lesionado, fue avasallado por un equipo que pasó por encima de Argentina, que mostró pocos recursos y fue muy vulnerable. El resultado final, 6-1, iguala los dos peores de su historia (6-1 ante Bolivia en la clasificación para el Mundial de Sudáfrica 2010 y contra Checoslovaquia en el Mundial de Suecia 1958).
Isco, junto a Marco Asensio y una solidez defensiva en la que destacaron Sergio Ramos y Gerard Piqué, no dio opciones a un rival que se marchó al descanso con un 2-1 en contra con un tanto de Diego Costa y otro de Isco, ambos con asistencias de Marco Asensio. La diana de Otamendi fue un espejismo de lo que llegó después.
Con Isco desatado, (hizo el tercero y el sexto y se marchó ovacionado), España sacó los colores de Argentina en una fiesta a la que también se apuntaron Iago Aspas y Thiago Alcantara. El cuadro sudamericano, sin Messi, tiene que hacer un estudio profundo de qué tiene que hacer para sobrevivir sin su figura. España, mientras, rema con firmeza hacia su segundo Mundial. Rusia espera.
Antes, en el estadio Olímpico de Berlín, Brasil y Alemania volvieron a verse las caras cuatro años después del famoso "Mineirazo" en Belo Horizonte de 2014. Aquel 1-7 con el que los germanos humillaron en semifinales del pasado Mundial a su rival, exigía venganza o, como mínimo, dignidad. Y, Brasil, cumplió.
Después de asustar frente a Rusia (0-3), el equipo de Tite se mostró como un grupo sólido, consistente y que puede funcionar sin Neymar. En esta ocasión, Tito adelantó a Coutinho, sentó a Douglas Costa, y aseguró el centro del campo con Fernandinho. Y, con un sistema más conservador, ganó 0-1 con un tanto de Gabriel Jesús en la primera parte tras un centro de Willian desde la banda derecha.
Alemania, apenas dispuso de acercamientos, bajó el nivel respecto a la buena segunda parte que firmó contra España y pudo recibir más goles de Brasil. Fue a menos en su segundo partido amistoso y después de 22 consecutivos sin perder, desde las semifinales de la Eurocopa ante Francia (0-2), volvió a sufrir una derrota.
Precisamente, Francia, se recuperó de la derrota de Colombia (2-3) y guiada por una exhibición de Kylyan Mbappé, superó 1-3 a Rusia, que ha cedido con facilidad sus dos encuentros de preparación para el Mundial.
El jugador del París Saint-Germain, con un doblete, se erigió como el máximo protagonista del combinado de Didier Deschamps en un choque en el que también brilló Paul Pogba, que hizo el segundo tanto francés con un golazo de falta.
Además, asistió a Mbappé en uno de sus goles y Deschamps, que sentó en el banquillo a Antoine Griezmann y a Raphael Varane, volvió a sonreír con el primer doblete de Mbappé con Francia y con una mejoría en su juego con el que su equipo recuperó sensaciones.
Inglaterra, en Wembley, dominó a Italia, que recuperó algo de dignidad después de perder contra Holanda. No jugó bien, no tuvo apenas ocasiones, pero arrancó un 1-1 valioso gracia a la ayuda del VAR, que pitó un penalti transformado por Lorenzo Insigne en el minuto 87.
Antes, Jaimie Vardy marcó un golazo en la primera parte con un derechazo inapelable que entró por la escuadra izquierda de la portería defendida por Gianluigi Donnarumma. Inglaterra, excepto el primer cuarto de hora, pasó por encima de Italia, que al final pudo empatar casi por inercia.
Mejor le fueron las cosas a Bélgica, que goleó 4-0 a Arabia Saudí con facilidad con un doblete de Romelu Lukaku y dos tantos de Michy Batshuayi y Kevin De Bruyne. El conjunto de Roberto Martínez fue muy superior a su rival y no tuvo problemas para sacar adelante una victoria que parecía escrita en el guión.
En el estadio Swissporarena de Lucerna, Panamá recibió un serio correctivo de Suiza, que ganó 6-0 y cogió más moral para el Mundial después de vencer también a Grecia 0-1. Pleno de victorias para los helvéticos, que pasaron por encima de su rival con reparto de goles: marcaron Dzemaili, Xhaka, Embolo, Zuber, Drmic y Frei. Panamá, que cayó de forma honrosa con Dinamarca (1-0), finalizó su gira europea con mal sabor de boca.
Japón volvió a pinchar y, en esta ocasión, fue Ucrania la selección que pudo con el combinado nipón. Ganó 1-2 días después del empate (1-1) que cosechó el combinado asiático ante Malí y el equipo dirigido por el bosnio Vahid Halilhodzic demostró no estar muy en forma a poco más de dos meses del inicio del Mundial.
Con el jugador del Getafe Gaku Shibasaki sobre el terreno de juego, Japón comenzó perdiendo con un gol en propia meta de Naomichi Ueda en el primer tiempo y, aunque empató al filo del descanso por medio de Tomoaki Makino tras un pase de Shibasaki. Sin embargo, Oleksandr Karavayev, que aprovechó una asistencia del ex sevillista Yevhen Konoplyanka, hizo el 1-2 definitivo a un equipo que no levanta cabeza.
Irán, rival de España en Rusia, recuperó el pulso tras su derrota frente a Túnez y consiguió superar a Argelia con varios cambios respecto al anterior partido. Las variaciones del técnico portugués Carlos Queiroz funcionaron y los goles de Sardar Azmoun y Mehdi Taremi, ambos en una primera parte bastante buena de Irán, dieron la victoria a uno de los rivales del combinado de Julen Lopetegui.
El otro contrincante de la selección española, Marruecos, se enfrentó a Uzbekistán y el técnico francés Hervé Renard hizo una auténtica revolución en el once: sólo repitieron respecto a la victoria ante Serbia (1-2) el portero Munir y el central Romain Saiss. Con nueve caras nuevas y con otro sistema, un 4-4-2 en vez de un 4-3-2-1, ganó con facilidad a su rival. Ayoub El Kaabi y Manuel da Costa, en la primera parte, dieron la victoria a los africanos.
Otra de las selecciones africanas, Túnez, también consiguió una victoria. Su víctima fue Costa Rica, que apenas dispuso de tres ocasiones a lo largo del choque que fallaron Josué Mitchell, Celso Borges y Marco Ureña. A Túnez le bastó un picotazo, por medio de Wahbi Khazri, para hacer el gol de la victoria. La estrella tunecina aprovechó en la primera parte un pase largo y la floja marca de Kendall Watson para batir a Keylor Navas. Efectividad casi cien por cien.
Del resto de encuentros, destacaron tres empates sin goles: el Bosnia-Senegal, el Australia-Colombia y el Dinamarca-Chile; también el Rumanía-Suecia, que se decantó para los primeros con un tanto de Dorin Rotariu; y la derrota de Egipto 1-0 contra Grecia, con Mohamed Salah en el banquillo, la segunda seguida tras caer 2-1 contra Portugal.
Además, un doblete de Alexsandar Mitrovic dio la victoria a Serbia ante Nigeria (0-2) y Polonia sufrió para derrotar 3-2 a Corea del Sur: ganaba 2-0 con tantos de Robert Lewandowski y Kamil Grosicki. Entre el minuto 85 y el 87, Lee Chang-Min y Weang Hee-Chan empataron el choque, pero Piotr Zielinski, en el descuento, dio la victoria al cuadro centroeuropeo.