Teherán, 13 de octubre, IRNA - El Ministro de Asuntos Exteriores Ali AKbar Salehi desmintió las acusaciones de EEUU de que Irán planeaba atentar contra las Embajadas de Arabia Saudí y del régimen Sionista en Washington, calificándolas de 'una vez fracasadas, graciosas y ridículas

En declaraciones a IRNA tras una reunión para informar a los enviados iraníes en las misiones extranjeras, Salehi manifestó que esos escenarios conllevarán desgracias para sus arquitectos a nivel mundial.
Señaló: 'Ese escenario es tan gracioso, que no es justificable incluso para un niño'.
Añadió que los norteamericanos realizan esas acusaciones infundadas contra Irán para desviar a la opinión pública de los problemas que enfrentan EEUU, el Sionismo internacional y Occidente, pero sus trucos contra la República Islámica de Irán fracasarán, como en los últimos 32 años.

Destacando que las políticas en Oriente Medio de Estados Unidos han llegado a un callejón sin salida, Salehi declaró que actualmente los americanos se enfrentan a un punto muerto en Afganistán e Iraq, mientras en la región se produce un Despertar Islámico.
'Ellos han asesinado a decenas de miles de inocentes en Iraq y Afganistán en los últimos diez años derrochando millones de dólares, y su presencia militar en la región conllevó la extensión de la pobreza en Estados Unidos'.
Refiriéndose a las protestas masivas en todas las ciudades y estados americanos, a raíz de las manifestaciones en Wall Street como resultado del agravamiento de las condiciones económicas, Salehi señaló que no solo la economía de EEUU, sino la del mundo entero es inestable, afectando incluso a la economía Europea.

En otro momento de la entrevista, Salehi señaló que la República Islámica de Irán ha sido víctima del terrorismo en las últimas tres décadas, perdiendo a muchos de sus dignatarios y niños.
A su vez, se refirió a la Conferencia Internacional contra el terrorismo celebrada en Teherán recientemente, indicando que acusar a este país de estar involucrado en el terrorismo es ilógico e irracional.
'La opinión pública mundial nunca aceptará esas acusaciones contra Irán', concluyó.