Cerca de una veintena de objetos litúrgicos y religiosos destruidos por el Daesh durante la ocupación de la Llanura de Nínive, en el norte de Irak, se muestran estos días, hasta el próximo domingo, en el Seminario Metropolitano de Oviedo.
En la muestra se pueden ver crucifijos, cálices, una patena, un copón, imágenes, báculos o un relicario, todos ellos dañados y profanados por el ISIS, que fueron encontrados y rescatados por la Iglesia local en los templos de los pueblos de Telleskuf y Qaraqosh –dos de los nueve pueblos de mayoría cristiana de la zona–, y cedidos a la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada por la diócesis católico-caldea de Alqosh y la archidiócesis siro católica de Mosul, con el objetivo de que fueran mostrados en el mundo.
Con todos ellos, se creó la muestra itinerante “Lo que el ISIS dejó atrás”, que ha estado ya en Portugal, Malta y Corea del Sur, y que en los próximos meses, cuando abandone España, partirá hacia Austria, Irlanda, Reino Unido y México.