- El documento, elaborado por un grupo de trabajo multidisciplinar, pretende evitar alteraciones del plan terapéutico y prevenir complicaciones
- El texto incide en la importancia de la formación continua de los profesionales para ofrecer una atención de mayor calidad
El Servicio de Salud del Principado (Sespa) ha elaborado un protocolo de contención que unifica los procedimientos de aplicación para sus dispositivos, con el objetivo de garantizar la seguridad y los derechos de los pacientes. El gerente del organismo, José Ramón Riera, y el responsable de la Unidad de Coordinación de Salud Mental, José Ángel Arbesú, han presentado esta mañana el documento a representantes de distintas asociaciones de pacientes.
Un grupo de trabajo multidisciplinar de profesionales ha redactado el texto con el apoyo de varios comités de bioética. Se trata de una importante herramienta para el personal del Servicio de Salud, cuyas intervenciones están basadas siempre en el respeto a los derechos y la dignidad de las personas.La contención incluye todos los procedimientos preventivos, verbales, farmacológicos y mecánicos que se utilizan para limitar los movimientos de un paciente en situaciones en las que resulta necesario garantizar su seguridad y la de terceras personas. En este sentido, el coordinador de salud mental ha explicado que siempre se realiza en beneficio del paciente y que forma parte del proceso de tratamiento para evitar alteraciones en el plan terapéutico.
El nuevo protocolo establece las condiciones de aplicación de los procedimientos como recurso terapéutico, incide en la importancia de la prevención y la formación continuada del personal -tanto en la aplicación del procedimiento técnico más conveniente en cada momento como en la información al paciente y la familia- y en el cuidado de la persona atendida.
Además, establece que en el caso de que los profesionales deban aplicar técnicas de este tipo siempre se optará por la que resulte menos restrictiva, como las de contención ambiental y verbal, y solo se aplicará la psicofarmacológica cuando sea necesario. El último recurso, si resulta imprescindible, será la contención mecánica.Un ejemplo del modelo por el que se apuesta desde el Servicio de Salud es el desescalado verbal: intervenciones que ayudan a reducir la agitación del paciente de forma progresiva hasta llegar a un estado de control. Para formar al personal en este tipo de técnicas y divulgar el contenido del protocolo, el Sespa organizará una jornada en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), que se sumará a las que imparten habitualmente los trabajadores de la red de salud mental.