En estos días se está produciendo el paso migratorio prenupcial de grullas desde tierras extremeñas hacia los países del norte de Europa, donde crían.
La llamada de la naturaleza, que impulsa a estas aves a volver a sus zonas de reproducción, y una ligera recuperación en los niveles de agua de la laguna de Gallocanta, están haciendo posible que el cielo de la laguna de Gallocanta vuelva a recobrar la normalidad propia de estas fechas.
El 90 % de las grullas que siguen la ruta migratoria occidental pasa habitualmente por la Laguna de Gallocanta, lo cual supone un total de unas 200.000. El paso suele ser escalonado, pero durante toda esta semana el movimiento de idas y venidas está siendo masivo.
Como ejemplo, el censo realizado el pasado jueves día 23, en el que se contabilizaron casi 70.000 grullas. Por la mañana abandonaron la laguna unos 14.000 ejemplares, pero por la tarde llegaron del orden de 55.000. Se espera que durante los próximos días sigan el mismo patrón, hasta completar el total de la migración, rompiendo la tendencia de estos últimos meses dónde la falta de una lamina de agua que garantizase su seguridad había provocado la ausencia en el cielo de las siluetas de esta emblemática especie en el entorno de la Reserva Natural Dirigida de la Laguna de Gallocanta.