El Colectivo Ecologista de Avilés se pronuncia sobre la contaminación por benceno en Avilés y de los riesgos que esta conlleva para la salud.

Dos días llevamos en alarma por la disparada la contaminación del cancerígeno benceno en Avilés, a pesar de las lluvias de estos días que no consigue reducir esta contaminación

Ayer se llegó a un  pico de 16 µg/m3 (12 horas) de  benceno en la estación de Llaranes, que está contraviento, y esta madrugada subía hasta 14 µg/m3.

Hay que recordar que el valor de referencia anual en las guías de la Organización Mundial de la Salud (OMS) está 1,7 µg/m3 de media anual. La tolerante normativa española ela cifra en 5 µg/m3  de media anual para este peligroso contaminante.   

La última revisión de la autorización ambiental de baterías de coque que fue el 7 de noviembre del 2016. Arcelor contemplaba colocar una estación de control de benceno en el polígono adjunto donde sus miles de trabajadores se quejan del fuerte olor que hay a este contaminante la mayoría de los días.

A pesar del tiempo trascurrido, la empresa ha hecho caso omiso de esta obligación, que el Colectivo Ecologista de Avilés ha reiterado varias veces. Para tener un dato real de este peligroso contaminante, las baterías son la fuente fundamental del benceno en la comarca de Avilés.

El trabajo que se lleva haciendo desde 2004 en la comarca con un grupo de 494 familias dentro del proyecto Infancia y Medio Ambiente, reconoce que una parte de las mujeres de la cohorte ha soprepasado durante el embarazo el valor límite anual de benceno. Esta exposición supone un riesgo para el feto que puede desarrollar enfermedades en su etapa neonatal e infantil. 

Ya hay una elevada concentración en los niños de este contaminante. La exposición excesiva es perjudicial para el sistema inmunitario, aumentando las probabilidades de contraer infecciones.

Los niños son, junto con las mujeres embarazadas, los enfermos y las  personas mayores, una población más vulnerable a los efectos de la contaminación atmosférica.

La mayor vulnerabilidad de los niños se debe a diferencias en la exposición, a su inmadurez fisiológica y al mayor tiempo de vida después de la exposición. Además, los niños inhalan un volumen de aire proporcionalmente mayor que los adultos.

La evidencia científica no sugiere ningún umbral por debajo del cual no se prevean efectos adversos en salud tras la exposición a los contaminantes. Aún por debajo de los niveles de calidad de aire considerados como seguros por la legislación ambiental, los contaminantes se asocian con efectos nocivos sobre la salud, por lo que la OMS recomienda conseguir las concentraciones más bajas posibles. Recomendación que el Principado incumple de forma significativa.

Está claro que el Gobierno de Asturias y el Ayuntamiento  tiene que asumir sus responsabilidades y trabajar más para que se reduzca estos niveles elevados de contaminantes que lleva años ocultando por el impacto que supone para sus vecinos.