Los molinos de agua

Los molinos de agua

Por Manuel Garcia Linares.-Cuando nos iniciamos en el mundo del turismo rural, yo, estabaplenamente convencido de que ibamos a tener un gran éxito por nuestra riqueza cultural y de nuestra naturaleza y entre estas ofertas, de gran atractivo, yo tenía en cuenta nuestro patrimonio de arquitectura popular, en donde podemos sumar, castros, caseríos, molinos, batanes, cortines, caleiros, y nuestras “joyas” de horreos y paneras, ( aparentemente protegidos ), a todo esto le sumaremos, capillas, iglesias y por supuesto, los monasterios, con nuestro gótico, románico y una oferta única, el prerrománico.
Pasado el tiempo, solo cabe lamentarse del abandono de estas riquezas, heredadas de nuestros antepasados que son de un gran atractivo para los viajeros ansiosos de conocer nuestras tradiciones, gastronomía y modo de vida, en medio de un paisaje de gran atractivo en donde las montañas milenarias y los agrestes picos, descienden por cauces de arroyos y ríos a traves de amplios o angostos
valles hasta el mar Cantábrico que acaricia las apacibles playas o grita bramando contra los acantilados.

 

MOLINO DE CALLERAS

MOLINO DE CALLERAS


En el año mil novecientos noventa y dos, realice un trabajo sobre los molinos de agua y maquila, de nuestro occidente asturiano. Cuando inicié el trabajo, aun funcionaban muchos de ellos, al igual que algún batan y otros ingenios hidráulicos, sinceramente, pensé que con ello podía aportar mi granito de arena a la conservación de esta ingeniosa y maravillosa industria que nos facilitaba la transformación de los cereales, convirtiéndolos en harina, con sus muelas y barrancos labrados sobre piedras de granito; estas harinas, base de las “polientas”,
los “tortos”, la “rapa”, y las distintas variedades de pan de “trigo o de centeno” , porque para la “escanda”, más de la zona de Teverga, Morcin, Quirós o Grao, no se usaban los molinos de agua, se usaban los de “rabil” o “rabileros”, aunque los molinos de agua existen por todos los regatos de Asturias, pero para moler, centeno, trigo y maiz, principalmente.

 

MOLINO DE RELLANOS
Yo estaba convencido de que se iban a proteger todos los “ingenios” que habían permitido la subsistencia de nuestra población, no solamente nuestros alimentos dependían, en gran parte de ellos, sino, también toda nuestra cabaña doméstica. Pero no he visto esta protección, que al fin y al cabo, no debería de tener tanta importancia ya que, día a día estamos viendo unas piezas únicas, como son
los hórreos y las paneras que, pese a estar protegidos van cayendo, casi al ritmo de nuestra población, y al igual que esta, por vejez y abandono, con lo cual nuestra región va perdiendo, de forma acelerada, sus señas de identidad vulgarizando, con gran frecuencia, construciones sin personalidad.

 

MOLINO DE SAN VICENTE
En Holanda, no solamente protegen los molinos, sino que que los tienen algunos, abiertos para enseñarlos a los turistas, cobrando una módica cantidad por la entrada a la vez que te venden saquitos de harina con las recetas para que te lleves un recuerdo práctico; esto ayuda a su mantenimiento; algo así es lo que yo había soñado para Asturias, pero contemplo con tristeza como se cierran, los pocos que estaban en funcionamiento, a la vez que, una vez abandonados se van cayendo hasta desaparecer. Al menos cinco de los molinos con los que yo illustré mi libro, han desaparecido o están en situación de abandono y ruina, ofreciendo unas lamentables imágenes.. Hablamos del turismo, pero éste, en gran parte ha quedado supeditado a unas subvenciones que terminan siendo el “negocio” principal, dejamos de utilizar nuestra imaginación y nuestro esfuerzo para aportar los recursos tradicionales y naturales de que gozamos. Nos mata nuestra vanidad yendo por la vida como si fuésemos el ombligo del mundo. No hay nada más hermoso que al decir; soy asturiano, que la gente reconozca nuestra tierra y nuestro carácter, sin que nosotros tengamos que fanfarronear en plan”babayo”.

 

TRONCEO
Nuestros ingenios de agua han sido pioneros en el mundo de las empresas colectivas similares a las actuales cooperativas, muchos de los molinos de agua eran de los vecinos de la comarca o del pueblo repartiéndose entre ellos los gastos de mantenimiento, otros eran propiedades de profesionales que cobraban sus servicios con la “maquila”, esto se daba también en los batanes, las sierras de agua
o en los mazos.
Si abandonamos nuestro patrimonio que pretendemos ofrecer a los viajeros y peregrinos el día de mañana, la dejadez y la desidia que padecemos, unida al egoísmo y la falta de solidaridad, solamente nos pueden llevar al caos.

 

FOTO PORTADA: MOLINOS DE LA TEJERA

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