¿Por qué lo último en colocar en una casa nueva son las lámparas? Como si la luz fuese algo secundario que puede esperar eternamente, con una bombilla colgando de un cable negro que parece que más que de estreno, estamos de huida. Es cierto que, quizá, no sea determinante para el estilo o la decoración de una casa, pero unos plafones LED siempre serán la solución más adecuada, por muchas vueltas que se le dé y, por tanto, nada impide que se instalen cuanto antes.

Hasta hace poco se ligaba la iluminación LED al ahorro energético. Y es cierto. Con este tipo de iluminación se pueden tener ahorros importantes en la factura de la luz, si bien es cierto que la bombilla en sí es más cara que la incandescente. Con todo y con eso, se amortizará y será siendo más económica.

En cualquier caso, algunas marcas han asegurado recientemente que el precio de sus productos ha caído en los últimos años de entre el 30% al 90% en los artículos más demandados. Esto se ha debido, sobre todo, a un esfuerzo por parte también del sector a acabar con la percepción de que la tecnología LED es cara.

Pero ya no es sólo el ahorro económico para los hogares. Desde los gobiernos y Europa se ha analizado cómo las bombillas LED representan una gran ventaja ecológica respecto a las incandescentes, ahorrando en emisiones contaminantes expulsadas a la atmósfera y se ha decidido tomar un rumbo hacia este tipo de tecnología.

Según los expertos una lámpara LED consume 8,9 veces menos que una incandescente, lo que significa también que la vida útil de una bombilla LED es mucho más alta, algo a tener en cuenta además ahora que se habla tanto de revisar la obsolescencia programada y se está empezando a generar un debate en torno a la economía circular.

En cualquier caso, todo lo anterior vale desde el punto de vista técnico y, si se quiere, cultural. Es cierto que el saber que consume poco y que es más eficiente forma parte de la elección, pero en casi ningún caso es determinante – quizá lo sea, incluso, más el precio.

Los plafones y los downlight son uno de los productos más demandados actualmente en el mercado de la iluminación en el hogar, sobre todo en baños y cocina. A continuación vamos hacer un repaso de por qué y así iluminar (nunca mejor dicho) las dudas que puedan surgir y, casi lo más importante, terminar de montar la casa:

1.-Versatilidad. Un downlight Led en la cocina empotrado en el techo es lo más práctico. No hay que olvidar que lo primordial es la calidad de la luz y la cocina es un lugar estratégico para ello. Cuanta más claridad y mejor se vea, mejor se podrán realizar las tareas. Igualmente, en baños suele ser muy común instalar una hilera de LEDs sobre el espejo que da una sensación de elegancia y armonía.

2.-Fácil de instalar. Si es de techo, lo único que se tendrá en cuenta es el diámetro de corte en el techo. Si no se tiene falso techo, la solución siempre será un plafón, también fácilmente instalable al contar con un soporte que simplifica el montaje.

3.-Normalmente, la mayor parte de los downlight led de superficie así como los plafones cuentan con una función para regular la luz y la calidez.

4.-Estilo: Si echas un vistazo a las revistas de decoración, te darás cuenta de que cada vez son más las recomendaciones hacia el LED. Plafones o downlight con distintos formas, acabados, diseños y para todos los gustos. Cada vez más, las casas juegan también, no con las lámparas como fórmula de decoración, sino más bien con la luz que ellas mismas emiten.

5.-Aunque esta característica se haya incluido en la introducción más técnica, decididamente debe formar parte de las ventajas fundamentales de esta tecnología y su inclinación por usarla. Quizá no somos tan conscientes de las diferencias lumínicas, pero nuestros ojos sí y, por ende, el resto de nuestro cuerpo.

Versatilidad, fácil de instalar, capacidad de regular la iluminación, modernidad, estilo,…son algunas de las ventajas de usar este tipo de iluminación en estancias tan frecuentadas como baño o cocina, dos estancias que hasta hace poco se les había prestado poca atención pero que ahora están empezando a ocupar el puesto de importancia que merecen, tanto como el salón o el dormitorio. Y con ellas, todos sus elementos de decoración y mobiliario y, en este sentido, también el de la luz.

La luz se ha convertido en un valor añadido que terminará de dar el toque personal a la casa, ¿quizá sea por eso que las lámparas se colocan los último, como decíamos al principio del artículo? No sabemos. Seguramente no, pero ahora tenemos la excusa perfecta que decir a todos si es nuestro caso.