El papa Francisco se despide hoy de Chile con una misa en Iquique. Para cerrar su estancia en el país austral, el obispo de Roma se trasladó hoy a Iquique, para oficiar una misa en la playa de Lobito, a 20 kilómetros de la norteña ciudad donde es previsible la participación de numerosos inmigrantes.
Santiago de Chile, 18 ene (Andes).- Locuaz ante los jóvenes, incisivo en el mea culpa de la Iglesia católica por abusos sexuales y con potentes mensajes sobre la desigualdad en el mundo, el papa Francisco se despide hoy de Chile.
Luego de su arribo el lunes a este país austral, la máxima figura del Vaticano cumplió una intensa agenda de encuentros, homilías y discursos, sin dejar de abordar los temas más candentes de la realidad actual.
Pero dejó insatisfechos a la mayoría de las personas que sufrieron trasgresiones sexuales en Chile por sacerdotes, sobre todo por tolerar la presencia del obispo de Osorno, Juan Barros, señalado como cómplice de estas atrocidades.
'No es Dios, él lo representa, hace lo posible. Sin embargo, hay demasiados problemas en el mundo y por mucho que lo intente el papa, necesita la colaboración de todos', expresaron a Prensa Latina Antonela y Matías, dos jóvenes católicos.
En cambio, Constanza, dirigente estudiantil de la Universidad Católica, se mostró contrariada por la participación del obispo Barros en varios actos y ante la falta de reconocimiento del Vaticano, 'a la pobreza que maquillan las autoridades con estas visitas'.
Para cerrar su estancia en el país austral, el obispo de Roma se trasladará hoy a Iquique, para oficiar una misa en la playa de Lobito, a 20 kilómetros de la norteña ciudad donde es previsible la participación de numerosos inmigrantes.
Bolivianos, peruanos, haitianos, venezolanos y colombianos, en especial, estarán sin dudas entre los presentes en la homilía denominada de 'Nuestra Señora del Carmen, madre y reina de Chile'.
Igualmente, intercalará un saludo con dos víctimas de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), que dejó a la nación sudamericana con un saldo de más de tres mil personas asesinadas, mil 300 desaparecidos y unas 33 mil torturadas.
En cualquier caso, las últimas actividades de Francisco antes de partir hacia Perú estarán adornadas por bailes tradicionales y un coro infantil antes de ingresar a la explanada donde tendrá lugar la misa, la misma del Rally Dakar.
A continuación se dirigirá a la Casa de Retiros del Santuario de Nuestra Señora de Lourdes, donde verá a las dos víctimas de la dictadura y almorzará con el séquito papal.
La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, asistirá a la ceremonia religiosa y conversará nuevamente con el papa Francisco antes de su partida hacia Perú a las 17:05 hora local.
En un emotivo discurso la víspera ante miles de jóvenes el Sumo Pontífice les pidió interpelar a la Iglesia, 'a hablar, a no dejarse callar para que nos ayuden a estar más cerca de Cristo'.
'La Iglesia necesita que nos interpelen, que nos muevan el piso, porque la Iglesia necesita tener un rostro joven, real, lleno de vida, que responda a sus expectativas', comentó Francisco varias veces ovacionado.
Hizo una analogía entre la modernidad y las aspiraciones de un mundo mejor y más justo. 'Alguien me habló hace poco de lo mal que se sentía cuando perdía la conexión de wifi (...)'.
Yo les ofrezco una contraseña ideal, como lo hacía el Padre Hurtado (el santo chileno San Alberto Hurtado), para que reconecten y no se queden fuera de banda: Âíqué haría Cristo en mi lugar! (para evaluar situaciones de la vida), matizó Francisco.
De otro lado, el prelado de nacionalidad argentina llenó de símbolos y potentes mensajes su homilía en la región chilena de La Araucanía, con acento en la cuestión mapuche y las injusticia con los pueblos originarios.
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