El año 2018 marca el 40º aniversario de la política de reforma y apertura de China, y los líderes del país han prometido que las puertas al mundo van a seguir abriéndose. Xinhua Hasta el momento, la segunda mayor economía del mundo ha demostrado que es un motor clave para el crecimiento global. ¿Continuará China mejorando este papel o navegará por aguas agitadas? Las que siguen son algunas de las áreas fundamentales a las que deben prestar atención.
Beijing, 2 ene (Andes).- Con el comienzo del año es momento para reflexiones y propósitos, y China, que ha llegado al final de un año difícil sana y salva y cuyo gobierno ha prometido una economía más eficiente y abierta, está preparada para comenzar un nuevo viaje.
A pesar de las turbulencias que se produjeron a lo largo del camino, la economía de China terminó 2017 más fuerte de lo que se esperaba: se cumplirá, sin duda, la meta de crecimiento, los riesgos financieros se han contenido, el mercado inmobiliario se está controlando y las reformas clave están haciendo progresos constantes.
Hasta el momento, la segunda mayor economía del mundo ha demostrado que es un motor clave para el crecimiento global. ¿Continuará China mejorando este papel o navegará por aguas agitadas? Las que siguen son algunas de las áreas fundamentales a las que deben prestar atención.
Reformas por el lado de la oferta más profundas
Las amplias reformas estructurales del país, diseñadas para mejorar la parte de la oferta de la economía, han producido los resultados deseados en 2017 y se espera que se consoliden en 2018.
En la batalla contra el exceso de capacidad, una de las principales tareas de las reformas, China culminó sus planes de reducir la capacidad de producción de acero en alrededor de 50 millones de toneladas y la de producción de carbón en al menos 150 millones de toneladas el año pasado.
También se han hecho progresos en los otros cuatro frentes: el desapalancamiento, la reducción de existencias, la rebaja de costes y la mejora de los eslabones débiles.
En la Conferencia Central de Trabajo Económico, una reunión de carácter anual que se celebró en diciembre, se prometió que China seguirá adelante con la reforma estructural por el lado de la oferta en 2018 y que hará más esfuerzos para mejorar la calidad en la economía.
Seguirá la tormenta reguladora
En el que algunos han llamado "el año más duro" para el sistema financiero de China, las autoridades dieron pasos reales para frenar unas extendidas conductas indebidas dentro del mercado financiero, que se está expandiendo con rapidez.
Se ha impuesto fuertes multas a bancos y empresas de seguros y de valores por infringir las normas del mercado y las firmas de financiación a través de internet, que prosperaban con unos beneficios fáciles y abultados, están atravesando dificultades debido al endurecimiento de las normas.
Esta postura dura continuará, puesto lo que los principales líderes han acordado mantener con determinación la campaña contra las actividades irregulares e ilegales en el sector financiero para evitar riesgos.
A pesar de que el comunicado difundido tras la mencionada reunión económica clave no mencionaba el desapalancamiento, el control de los riesgos financieros sigue siendo una prioridad, dado que la tarea de desactivar los principales riesgos es una de las "tres arduas batallas" que el país ha prometido librar.
Intensificación de la lucha contra la contaminación
No hay mejor indicador que los cielos limpios y azules de Beijing este invierno para demostrar los efectos de la campaña de China contra la contaminación.
Estos cielos azules, que antes eran una rareza, han dejado de ser un lujo en la capital china debido a la campaña del gobierno para aumentar el uso de combustibles más limpios para las calefacciones y a las duras sanciones impuestas a las empresas contaminantes.
El control de la polución también está entre estas "tres arduas batallas" que se plantean para el próximo trienio. En este caso el objetivo es lograr una reducción significativa de las emisiones de los principales contaminantes y una mejora en el entorno ecológico en su conjunto.
Para ganar la batalla deben centrarse los esfuerzos en ajustar la estructura de las industrias, reforzar el ahorro energético y hacer que los cielos vuelvan a ser azules, de acuerdo con la Conferencia Central de Trabajo Económico.
Normativa inmobiliaria seguirá vigente
El mercado inmobiliario, hasta hace un tiempo considerado un gran factor de riesgo para el conjunto de la economía, se tranquilizó en 2017 por los estrictos límites a las adquisiciones y los requisitos de pago mínimo de entrada que aplicó el gobierno para contener la especulación.
Una vez estabilizado el mercado, las autoridades chinas buscan establecer ahora un "mecanismo a largo plazo" para regular los bienes raíces y un sistema de vivienda que asegure la oferta a través de múltiples canales y estimule tanta la compra como el alquiler.
En las ciudades grandes y medianas, el gobierno proseguirá con el desarrollo del mercado del alquiler, sobre todo a largo plazo. Las ciudades y distritos de tercer y cuarto nivel seguirán teniendo la prioridad de reducir el parque de viviendas sin vender.
Un informe de la Academia Nacional de Estrategia Económica predijo que el mercado inmobiliario del país se mantendría estable en 2018 si no hay cambios radicales en las medidas en vigor.
Reforma de EPE toma velocidad
La reforma de las empresas de propiedad estatal (EPE) seguirá avanzando en 2018, pues el gobierno chino espera que tengan un papel más destacado en los recortes del exceso de capacidad, en mantener controlado el endeudamiento y en impulsar el desarrollo económico de alta calidad.
Hasta el 68,9 por ciento de las EPE centrales estuvieron implicadas en 2017 en reformas para introducir una estructura mixta de la propiedad, y las autoridades están estudiando que el número aumente este año.
El liderazgo chino se comprometió en el XIX Congreso Nacional del Partido Comunista de China (PCCh) a seguir con las reformas para hacer las EPE "más fuertes, más grandes y mejores" y convertirlas en "compañías de primer nivel y competitivas a escala mundial".
El gobierno seguirá tomando medidas decididas para reestructurar y desapalancar las EPE y continuará experimentando con la propiedad mixta en un mayor número de ellas, aseguraron las autoridades.
Puertas que se siguen abriendo
El año 2018 marca el 40º aniversario de la política de reforma y apertura de China, y los líderes del país han prometido que las puertas al mundo van a seguir abriéndose.
China aumentará las importaciones y reducirá los aranceles a las exportaciones de algunos productos para promover el equilibrio comercial, según la Conferencia Central de Acción Económica.
Se extenderá por todo el país a lo largo del año el sistema de listas de sectores vedados a la inversión extranjera para dotar a las empresas foráneas de mayores oportunidades en el pujante mercado chino.
El país también concederá mucho mayor poder a las zonas experimentales de libre comercio y estudiará la posibilidad de abrir puertos de libre comercio, según el XIX Congreso Nacional del PCCh.
Xinhua/ds/gc