Un estudio liderado por un investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC) investiga los daños producidos por la colonización microbiana en las catacumbas de Malta. Las biopelículas o biofilms microbianos son algo común en la naturaleza ya que representan la forma habitual de crecimiento de las bacterias. Consisten en comunidades de microorganismos que crecen adheridos a una superficie inerte o un tejido vivo, rodeados por una matriz extracelular que ellos mismos sintetizan. Las biopelículas desempeñan un papel esencial en muchos aspectos de nuestra vida corriente, como pueden ser: contaminación de alimentos, desarrollo de infecciones crónicas, formación de la placa dental, corrosión de materiales, tratamiento de aguas residuales, colapso de tuberías, etc
Hay otras alteraciones que origina la colonización microbiana y que tienen gran trascendencia desde el punto vista cultural, como es el daño que los biofilms ocasionan en obras de arte y monumentos antiguos, lo que ha motivado que los microbiólogos y geólogos trabajen mano a mano con los conservadores del patrimonio artístico.
Un equipo multidisciplinar integrado por el investigador Sergio Sánchez-Moral del Museo Nacional de Ciencias Naturales del CSIC y dos investigadoras de las universidades de Malta y Roma, ha estudiado el deterioro causado por los microorganismos que colonizan las catacumbas romanas de la isla de Malta. Las biopelículas encontradas están constituidas por cianobacterias y bacterias heterótrofas, asociadas a algas verdes, diatomeas y musgos.
Estos biofilms se desarrollan aprovechando la escasa luz natural que hay en la proximidad de las entradas de las catacumbas y también por el exceso de iluminación artificial. Ha sido precisamente la introducción de la energía eléctrica la que ha dado lugar a una profunda transformación del ecosistema microbiano en las catacumbas.
El geólogo Sergio Sánchez-Moral apunta: “El desarrollo de biofilms es perjudicial para las pinturas murales de las catacumbas ya que, además de cubrirlas, están relacionados con procesos constructivos, como la precipitación mineral, y destructivos, como la disolución del sustrato que las alberga”. En su investigación han utilizado diversas técnicas de microscopía para estudiar las estructuras minerales generadas por las biopelículas. La actividad microbiana altera las condiciones fisicoquímicas del sustrato volcánico de las catacumbas, creando un microambiente muy distinto del que les rodea.
Las bacterias Gram positivas, como distintas especies de Bacillus –este género agrupa patógenos tan familiares como la bacteria causante del ántrax –que son muy comunes en la superficie de las catacumbas, han propiciado la formación de fibras de calcita y minerales raros como la estruvita y la vaterita.
La investigación publicada recientemente en Science of the Total Environment permite conocer mejor los procesos de deterioro que tienen lugar en la superficie de las catacumbas paleocristianas de Malta colonizadas por biopelículas. Si se quiere asegurar la preservación de estas obras de arte para la posteridad, es necesario diseñar una estrategia que prevenga o retarde el crecimiento de dichos biofilms. Entre las recomendaciones hay que mencionar el control de la intensidad y tipo de iluminación