El Real Oviedo suma su quinta victoria consecutiva (3-0) despidiendo el año con una perfecta comunión con la grada y un gran partido en un Tartiere entregado
(De realoviedo).-En los sueños de los oviedistas probablemente estuviera una despedida de año como la vivida esta tarde en el Carlos Tartiere. La quinta victoria consecutiva, contundente ante un buen rival, y con un ambiente inmejorable entre equipo y grada, que convirtió una vez más el estadio oviedista en inquebrantable.
Con un único cambio en el once, obligado por la sanción de Yeboah, el Real Oviedo plantó cara a una atrevida Cultural Leonesa que peleó por el control del balón en los primeros compases del encuentro, pero se encontró con el tempranero gol de Aarón Ñíguez, que regresó a la titularidad por la puerta grande. Anotó el ilicitano a los diez minutos de partido, y el Real Oviedo encarriló en encuentro. Saúl tenía el segundo poco después, pero remató alto un centro de Johannesson desde la derecha. Llegaron los mejores minutos de la Cultural pero el Real Oviedo se empleó a fondo en defensa. Linares no llegó a un gran pase de Saúl, tras recuperación en presión de balón; y Christian Fernández envió alto un remate de cabeza en lanzamiento de falta de Saúl. La más clara de la primera parte la tuvo Johannesson, en una contra, que Saúl le dejó en bandeja pero tras la carrera el defensa oviedista no pudo en el mano a mano con el meta leonés.
Tras el descanso, el Real Oviedo mató el encuentro con un gol de Carlos Hernández en falta botada por Berjón, y a pesar de las numerosas ocasiones, primero de Aarón que estrelló en el poste un remate a centro de Mossa, y después de Linares que disparó en varias ocasiones pero se topó de seguido con el portero de la Cultural, fue Cotugno, de cabeza, quién rubricó el tercer y definitivo tanto de un Real Oviedo que creció con el paso de los minutos y disfrutó de una gran victoria ante un Carlos Tartiere entregado. Una nueva victoria que permitirá al Real Oviedo recibir 2018 tercero en la clasificación, a un punto del ascenso directo, para alegría de la afición.