Gran parte de lo que somos, por no decir todo, es producto de nuestra alimentación. En el caso, de la salud capilar también tenemos que tener en cuenta algunos aspectos genéticos que pueden hacer que el proceso de caída del cabello se acelere. Vamos a analizar la relación que existe entre la nutrición y los problemas capilares.
Conclusiones científicas
No todo lo que se afirma sobre nutrición y salud capilar es cierto. Por este motivo, la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha evaluado los resultados de diversos estudios para sacar la siguiente conclusión. Solo tres minerales y una vitamina están directamente relacionados con la salud de nuestro pelo:
1. La Biotina favorece el normal mantenimiento del cabello.
2. El cobre ayuda al normal mantenimiento de la piel y la pigmentación capilar.
3. El selenio contribuye a la salud general del cabello.
4. El zinc favorece el crecimiento y aspecto saludable del pelo.
¿Qué significan estos datos? Pues que no debemos dejar nuestra salud solamente en manos de una buena nutrición. Además, es importante utilizar productos complementarios como Pilexil para asegurar la calidad de nuestro cabello.
Los factores genéticos son más determinantes
En definitiva, se ha sabido que las hormonas, los agentes hereditarios y fisiológicos afectan en mayor medida a la salud del pelo por encima de la alimentación. Si tenemos un cabello débil por naturaleza, lo más recomendable es empezar cuanto a antes a utilizar productos adecuados para fortalecerlo y retrasar su caída lo más rápido posible. Consulta con tu médico sobre las diferentes posibilidades que tienes y confía en los productos farmacéuticos diseñados específicamente para este fin. Procura evitar el estrés en tu vida, así como la vida sedentaria y el tabaco. Vigila el aspecto de tu cabello día a día y toma medidas preventivas para asegurar su salud de por vida.