ASTURIASDIARIO.-El Oviedo sigue embalado. Ayer, en el Viejo Nervión, el equipo de Juan Antonio Anquela volvió a dar una lección de efectividad y sufrimiento, para sumar la cuarta victoria consecutiva (la sexta en 7 jornadas), y alcanzar los puestos de promoción por primera vez en la temporada. Y lo hizo con todo en contra. La infantil expulsión de Yeboah dejó al equipo con diez jugadores durante más de una hora; el árbitro se inventó un penalti parado por Alfonso; y los azules aguantaron durante toda la segunda parte el arreón del filial sevillista, en una desapacible mañana marcada por el viento. El gol de Rocha, una falta directa lanzada desde la frontal del área que se coló por la escuadra izquierda del portero, fue suficiente para llevarse los 3 puntos, y alcanzar el primero de los objetivos. El Real Oviedo es quinto con 32 puntos, a solo 3 del segundo clasificado. Y el próximo domingo cerrará el año en el Carlos Tartiere ante la Cultural, otra buena oportunidad para seguir sumando.
Anquela, veterano de los banquillos, tiene bien aprendida la lección fundamental. Cuando algo funciona, no se cambia. Y el técnico de Jaén apostó, por tercera semana consecutiva, por el mismo once. Juan Carlos; Forlín, Christian y Carlos Hernández; Mossa y Diegui, Folch y Rocha; Yeboah, y Saúl Berjón; y Linares en punta. Pero la expulsión del ghanés por dar un codazo a un rival que le estaba presionando (un error de principiante) obligó al técnico a cambiar el dibujo. Berjón ocupó el extremo derecho y Mossa adelantó su posición, para formar un 4-4-1. No empezaba bien el encuentro para el Real Oviedo. El Sevilla Atlético, que solo había ganado un partido en toda la temporada (y a domicilio) intentó aprovechar las dudas de los azules, pero el gran trabajo de Linares, que provocó innumerables faltas, dio sus frutos. Antes del descanso, una de esas faltas, fue perfectamente ejecutada por Rocha, que la mandó a la escuadra, compensando así el penalti fallado la anterior jornada. Con 0-1 en el marcador, el Real Oviedo se fue al vestuario sabiendo que el Sevilla Atlético iba a asediarles en la segunda mitad. Y así fue. Pero dónde no llegaba la defensa, llegaba Alfonso Herrero. El portero, el primero en la historia del Real Oviedo en contar sus cuatro primeros partidos oficiales con victorias, desbarató las numerosas ocasiones del rival, y se erigió en héroe de la tarde al detener un penalti (más que dudoso) y salvar la victoria. Los cambios no llegaron hasta el final, cuando Cotugno sustituyó a Berjón (minuto 77), Varela salió por Diego (86) y Hido relevó a Linares (88). El Oviedo aguantó los 45 minutos reglamentarios, y los 5 añadidos por el árbitro, para sumar su cuarta victoria consecutiva, alcanzar los puestos de promoción y acabar definitivamente con el gafe de los azules lejos del Carlos Tartiere. Además, el Real Oviedo no fue el único que sumó en Sevilla. Folch y Carlos Hernández también se llevaron sus puntos (5 y 4 respectivamente) por sendas brechas causadas en un choque de cabezas, al intentar despejar un balón. Ambos acabaron el partido con aparatosos vendajes.