ASTURIASDIARIO.-El Sporting cumplió ayer con una de las tradiciones del fútbol, la de ‘entrenador nuevo, victoria segura’. Los rojiblancos, con el ‘Pipo’ Baraja en el banquillo, ofrecieron la mejor versión de sí mismos para vapulear a un Tenerife que lejos de las Islas, sigue sin funcionar. Un 3-0 que alivia las heridas y pone fin a una racha de 6 partidos sin ganar, que ha provocado una sangría de puntos difícil de recuperar.
Rubén Baraja apenas tuvo 5 días para aterrizar, conocer a la plantilla y ponerse a entrenar, pero en su primer partido en El Molinón ya mostró sus cartas, apostando por dos delanteros (el uruguayo Santos y el serbio Scepovic), y dos líneas de cuatro por detrás. Juan Rodríguez, Álex Pérez, Barba, Canella; Bergantiños, Nacho Méndez; Carmona e Isma López fueron los elegidos por el técnico pucelano. El tempranero gol de Santos (minuto 4) permitió al equipo sacudirse los nervios para jugar a placer ante un débil Tenerife. Carmona lideró el ataque, Bergantiños aportó el equilibrio necesario, y Nacho Méndez aseguró el juego. Los 3 goles del Sporting (Santos, Carmona y Moi Gómez) hicieron olvidar a los lesionados y también a Paco Herrera, que con los mismos mimbres y ante rivales más débiles, no logró que los jugadores cumpliesen sus órdenes. El equipo es el mismo, pero la actitud y los resultados, muy diferentes. Y la reacción no se explica solo con el cambio de entrenador.
