Por Luis José de Ávila

Sin llegar a los 90 minutos de José Angel Fernández Villa en Rodiezmo, hoy en la localidad de La Teyera Gerardo Iglesias habló ante algo más de 300 personas durante 75 minutos presentando su líbro “Por qué estorba la memoria” (Represión y guerrilla en Asturias 1937-1952), magníficamente editado por Madera Noruega del grupo Syldavia, uno de cuyos responsables, el periodista Luis Mugueta, no perdía ojo para que todo saliera bien como así fue. No hubo presentadores ni protocolo alguno. Fue un acto casi diría espontáneo en donde Gerardo Iglesias hizo de los guerrilleros muertos en la zona y de sus familiares presentes en el acto los protagonistas. Cerca de la carpa, el emotivo monumento a los asesinados en las postrimerías de la guerra civil en esta zona de los montes de la Teyera y el Cabo. En una capilla escuela, exposición fotográfica de los protagonistas -23 tremendas historias- del libro del ex secretario general del PCE.

Público, evidentemente, de edad. Lagrimas en muchos de los ojos de los familiares de los guerrilleros. Aplausos para el último vivo en Asturias, Joaquín Fernández ”Xuan el de Polio”, que a sus 97 años llegó hasta el recinto para recibir el aplauso cariñoso de los presentes. Por supuesto nadie del gobierno regional, sí de Foro Asturias, María Pilar Menéndez Cifuentes, concejala de Sariego, guapa moza con la que mantengo contacto a través de facebook, y que me confiesa que además de a Francisco Alvarez-Cascos, lógico, también admira a Gerardo Iglesias quien, como digo, llevaba más de 20 años sin abrir la boca en público. Con una bandera con los colores republicanos como fondo Gerardo Iglesias se refirió en la primera parte de su intervención, pausada y con tablas de buen político, a la historia de los guerrilleros y sus trágico avatares. En la segunda ya entró más en política, criticando a su antiguo partido, el Comunista, por cómo aceptó la transición , y a las fuerzas imperantes por no haberse hecho justicia con la memoria de estos guerrilleros masacrados por el bando vencedor. No citó a nadie del PSOE ni de Izquierda Unida, solo a Mariano Rajoy quien en cierta ocasión parafraseó una cita de Ortega y Gasset: “Cualquier realidad ignorada buscará su venganza” así como también se metió con Esperanza Aguirre por prohibir a miembros de los indignados, de los del 15 M, manifestarse por las calles de la capital de España. Fueron los únicos nombres actuales a los que aludió así como también al final al Gobierno de Asturias y a Alvarez-Cascos, proponiendo a los presentes solicitar una entrevista con el jefe del Ejecutivo asturiano para solicitarle la creación de un museo de la guerrilla asturiana, audiencia que si es concedida por su antiguo compañero en el gobierno de la pre autonomía del Principado acudirá acompañado por 2 familiares de 2 guerrilleros, Eustaquio Concheso y Eduardo Castiello.

Para Gerardo Iglesias el actual sistema político está en crisis criticando el olvido en que han caído todas las víctimas del franquismo. “Este acto quiere ser un homenaje dedicado a ellas” añadiendo que no descartaba en el futuro ampliar su trabajo recogido ahora en el citado libro ya que no son todos los que están, aunque si están todos los que son. Gerardo Iglesias insistió en que las heridas no han cerrado “y se busca eliminar de la historia a todos los que piensan como nosotros”, aunque aplaudiendo, por supuesto, los 30 años últimos en democracia y paz que venimos disfrutando. Citó también al juez Baltasar Garzón considerando un escándalo que lo hayan procesado por querer hacer justicia con los desaparecidos.

En fin, entre los asistentes nadie del PP, ni del PSOE, y muy pocos de Izquierda Unida además de la citada concejala del Foro. Eché en falta históricos de la izquierda como Marino Artos, Antón Saavedra, Jesús Iglesias, Roberto Ramos “Rivi” -sí estaban los concejales de Oviedo por IU Alejandro Suárez y Emilio Huerta “Triqui”- y también Laura González, dedicada ahora a los nietos y a la dirección de IU, así como Manuel García Fonseca, “El Polesu”, sentado junto a Prado Alberdi que tuvo un achuchón cardiaco que casi no lo cuenta pero ahora vuelve a estar en forma. El juez Buján se disculpa al no poder asistir por encontrarse enfermo. Estrada y Vallina me recuerdan los buenos tiempos de Comisiones Obreras y Víctor Coto, de Laviana, perteneciente también a ese sindicato, me regresca anécdotas ya en el olvido de la gran huelga de la construcción a finales de los 70, cuando él era un destacado dirigente del sector en CC.OO. y yo un modesto cronista laboral en La Voz de Asturias. Saludo a familiares del mítico guerrillero Quintana, de Figaredo, y a Segundo González Magdalena, otro histórico de la lucha sindical en la minería.

Cuando abandono la carpa y bajo al bar encuentro a Aquiles Tuero y al colega Daniel Serrano cantando asturianadas. No hay quien pueda con la gente…. de Gijón. La reentré de Gerardo Iglesias en un acto público -el laboralista José Luis García Bigoles no perdía detalle de sus palabras- ha sido de lo más interesante; vamos, que mereció la pena asistir. Y allí quedó el ex minero de La Cerezal firmando autógrafos hasta primeras hora de la tarde. Digamos que por vez primera en mucho tiempo la izquierda no oficial de Asturias se reunió para escuchar el silencio roto de Gerardo. Me da en la nariz que no va a ser la única vez.