80 organizaciones europeas se han unido para exigir a la Unión Europea que prohíba total y urgentemente tres insecticidas neonicotinoides altamente tóxicos para las abejas: imidacloprid, clotianidina y tiametoxam. La Coalición para Salvar a las Abejas, que nace hoy oficialmente, está formada por asociaciones de apicultura, organizaciones ecologistas, agrícolas y científicas de la mayor parte de la Unión Europea (1). En diciembre de 2013, la Comisión Europea restringió el uso de estos insecticidas. Cuatro años después de la prohibición parcial de estas sustancias, nuevos descubrimientos científicos confirman que estas restricciones no son suficientes. Los próximos 12 y 13 de diciembre, se discutirá en Bruselas una propuesta de la Comisión Europea para ampliar la prohibición a todos los cultivos al aire libre y puede que se pida a los Estados miembros que la voten. Reino Unido, Irlanda y Francia han señalado recientemente que respaldan una prohibición más estricta, pero el resto de Estados miembros aún no han hecho públicas sus posturas. La propuesta de la Comisión surge de las conclusiones de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés), que aseguró que el uso de neonicotinoides supone un riesgo para las abejas en todos los cultivos al aire libre, no solo en aquellos que son atractivos para estos insectos. Varios estudios recientes también han mostrado que, en ocasiones, el agua y las flores silvestres contienen neonicotinoides, lo que puede suponer una amenaza para varias especies y para el medio ambiente en general. “La ciencia es clara y contundente: los insecticidas neonicotinoides son una gran amenaza para las abejas y otras especies”, ha afirmado Luís Ferreirim, responsable de Agricultura de Greenpeace España. “El Gobierno español no tiene ninguna razón para no apoyar una prohibición total de los neonicotinoides”, ha concluido Ferreirim. Evidencias científicas Además, la ciencia independiente demostró que la toxicidad de los neonicotinoides va mucho más allá de las abejas melíferas: abejorros, abejas silvestres, otros insectos e incluso otras especies se ven igualmente amenazadas. Recientemente, se demostró que en un periodo de 27 años se ha dado una disminución drástica del 75% de la biomasa de insectos en las áreas naturales de Alemania. Los autores, aunque no han llegado a una conclusión clara sobre este descenso, lo relacionan con las prácticas de la agricultura industrial, incluidos los usos de plaguicidas. Por otro lado, una actualización reciente de la Evaluación Mundial Integrada sobre el Impacto de los Plaguicidas Sistémicos sobre la Biodiversidad y los Ecosistemas evaluó 500 estudios científicos publicados desde 2014 y confirmó el alto riesgo que estas sustancias plantean, no solo para los insectos, sino también para los vertebrados y la vida silvestre en general. La Coalición pedirá a todos los estados miembros de la UE que voten a favor de una prohibición total de los neonicotinoides, incluido su uso en invernaderos, ya que la evidencia muestra que los invernaderos no son sistemas cerrados y no impiden fugas y la contaminación ambiental. La Coalición también exigirá que todos los demás plaguicidas químicos se evalúen adecuadamente para determinar su impacto en las abejas, de modo que todos aquellos que sean dañinos se prohiban en la UE. Por lo tanto, los Estados miembros deben aprobar sin demora el documento guía de la EFSA sobre la evaluación de los riesgos para las abejas de 2013.
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NOTAS: (1) Miembros de la Coalición: |