Huesca en 48 horas

Huesca en 48 horas

Una ciudad moderna, llena de historia y naturaleza que abre paso a los Pirineos. En Huesca puede disfrutarse de una amplia gama de actividades deportivas y naturales así como aprender a base de turismo a través de todo su patrimonio histórico, y todo ello en menos de 48 horas. Además, como los turistas buscan relax en plena naturaleza, los hoteles en Huesca están pensados exclusivamente para este tipo de viajero.

Primer día

Para empezar la visita por Huesca, lo primero es dirigirse hacia el casco viejo de la ciudad. Allí se podrá visitar la catedral de Santa María de Huesca, un edificio gótico construido en tiempos de Jaime I de Aragón. Dentro se puede visitar el museo Diocesano.

En el mismo casco antiguo podemos visitar el ayuntamiento, una muestra de la época del renacimiento aragonés. Después, en dirección al río Isuela, podemos llegar hasta la plaza de la Universidad, donde está el Museo de Huesca, el museo arqueológico de la ciudad. Se trata de un museo que quizá no interese para detenerse a admirar todas sus obras arqueológicas, pero sí es recomendable contemplar los dos edificios en los cuáles se ubica este museo: uno es el Palacio de los Reyes de Aragón y el otro es la Universidad Sertoriana de Huesca.

Después de hacer una parada para comer, daría tiempo a visitar el Convento de San Miguel, también llamado Las Miguelas. Justo al lado se encuentra el puente de San Miguel, que cruza el río Isuela y, también muy cerca, La Torre del Amparo, la única que dio protección a la ciudad durante varios siglos.

Por la tarde, justo después de comer, lo ideal sería dar un paseo relajante por el parque Miguel Servet, en el cual, además de albergar un sinfín de plantas, árboles y flores, podemos encontrar monumentos históricos y muy interesantes. Después, se puede visitar la Parroquia de San Pedro El Viejo y la plaza mayor de Huesca, donde se encontrará la tienda de ultramarinos más antigua de España, en la cual poder comprar algún que otro recuerdo.

Para terminar el recorrido del primer día, se puede visitar la Basílica de San Lorenzo y el Palacio de Villahermosa. Una vez vistos, se podría valorar si disfrutar de la noche en Huesca o irse al hotel a descansar para reponer pilas en miras hacia el día siguiente.

Segundo día

Huesca es posible que ya se haya visto de arriba abajo durante un día entero y por ello el segundo día se aconseja coger un bus turístico y hacer una de las tantas rutas que se proponen para visitar rincones, pueblos y monumentos de los alrededores de la ciudad de Huesca. Además, con los pirineos tan cerca, es inevitable dedicar uno de los días a hacerles una visita. La Sierra de Guara y La Sotonera, son dos parajes naturales, perfectos para disfrutar en familia y con niños, muy cerca de Huesca y a dos pasos de los Pirineos.

Gastronomía

En Huesca no todo es turismo, historia y naturaleza, también es gastronomía. Por ello, a la hora de comer o cenar, se recomienda pasar por el restaurante Las Torres, donde se ofrece comida tradicional con productos de temporada y de caza y acompañado de un servicio inmejorable y un entorno muy coqueto. También destaca la Taberna de Lillas Pastia.

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