Santiago.- A Consellería de Medio Rural, gestora del Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las Islas Atlánticas de Galicia, apoya iniciativas de empleo en el campo del desarrollo sostenible, que pongan en valor en sus objetivos concienciar a la sociedad de la necesidad de conservar y preservar los espacios naturales.

En este sentido, colabora con iniciativas innovadoras. Un ejemplo de esta colaboración es la empresa Corticata, impulsada por dos jóvenes emprendedores, que nació hace cuatro años en Vilagarcía de Arousa y especializada en turismo ambiental. Entre los objetivos que persigue está lo de educar y concienciar a la población sobre la conservación de los espacios naturales existentes en la zona, así como la creación de hábitos saludables en diferentes actividades como campañas de educación ambiental, cursos y seminarios, aulas de naturaleza, etc.

Desestacionalización
El proyecto elaborado por Corticata se sustenta en que la afluencia de visitantes al Parque Nacional está siguiendo un interés progresivo en estos últimos años y, precisamente, esta tendencia se muestra también en la Isla de Cortegada.

Así, la iniciativa se sitúa en la línea impulsada por Medio Rural de intentar conseguir una desestacionalización de la afluencia de visitantes, muy alto en los meses de verano, y conseguir que las actividades y la oportunidad de acercarse al paraje natural de Cortegada sea en cualquier momento del año.

Balance positivo
Corticata hace un balance positivo de las visitas llevadas a cabo durante los meses de verano, centrando en casi el 80% de sus actividades en Cortegada y Sálvora. Lejos de dar por terminada la actividad estival, esta se prolongará al mes de octubre dada la gran acogida por los usuarios de este servicio, que lleva camino de convertirse ya en una visita obligada y de referencia en Vilagarcia de Arousa.

Pola Isla de Cortegada pasaron -de la mano de Corticata- muchos visitantes nacionales pero también alemanes, franceses, ingleses y hasta japoneses. El número de visitantes a lo largo de estos cuatro años que participaron de las actividades de Corticata se cifra ya en torno a los 7.000 entre escolares, grupos de discapacitados y público en general