La familia del pintor vasco Ignacio Ipiña Azcúnaga (Bilbao, 1932-2010) ha donado al Museo de la Historia Urbana de Avilés su cuadro titulado “La mirada de Sestao sobre Altos Hornos”. Se trata de una obra que formó parte de la exposición “El legado de hierro”, que permaneció en el museo avilesino entre el 23 de mayo y el 2 de julio pasados, compuesta por 32 óleos del artista bilbaíno.

Este jueves, la poeta Blanca Sarasua, viuda de Ignacio Ipiña, realizó una visita al Museo para contemplar la obra, que ya se encuentra en la colección permanente del equipamiento. Sarasua se encuentra en Avilés con motivo de su participación en la sesión extraordinaria que el club de lectura “Una habitación propia” dedicó ayer miércoles 15 a su producción lírica.

“La mirada de Sestao sobre Altos Hornos” fue la obra elegida por la familia Ipiña para su donación a Avilés por ser una de las que refleja un parecido mayor entre el entorno industrial de la localidad vizcaína con el avilesino, marcados ambos por la actividad siderúrgica.

Esta pintura figurativa con rasgos expresionistas tiene en el color y en la fuerza del trazo su valor fundamental, y representa un paisaje definitorio del modo de vida que, a lo largo de décadas, ha unido a ciudades vinculadas a la siderurgia, como es el caso de Sestao y Avilés.

Ignacio Ipiña Azcúnaga fue un hombre polifacético. Letrado del Banco de Bilbao, desarrolló una importante actividad política, llegando a ser Viceconsejero de Obras Públicas, Transportes y Urbanismo del Gobierno Vasco.

Artista autodidacta, su obra ha estado expuesta en numerosas salas y museos, entre los cuales se encuentran el Museo Vasco, el Museo Marítimo y Alhóndiga en Bilbao, el Auditorio Ciudad de León, la Fundación Díaz-Caneja en Palencia, o la Fundación de los Trabajadores de la Siderurgia Integral, entre otros.