CGP/DICYT Muchas ciudades españolas cuentan con problemas importantes relativos a la calidad del aire como consecuencia, en buena parte, del tráfico rodado. Por ello, centros de investigación, fabricantes y administraciones buscan soluciones alternativas que contribuyan a mejorar el aire que respiran los ciudadanos. Una de ellas es la utilización de vehículos públicos eléctricos o basados en combustibles alternativos, como el gas natural. En la jornada de hoy, el Salón del Vehículo y Combustible Alternativos de Valladolid ha acogido diversas ponencias sobre la eficacia de estas soluciones sostenibles.
Una de ellas ha corrido a cargo de Antonio Barreiro, director de I+D+i de Castrosúa, una de las empresas españolas que está apostando por la fabricación de vehículos híbridos especialmente diseñados para circular por las ciudades. Como ha destacado en declaraciones recogidas por DiCYT el experto, actualmente se están utilizando autobuses urbanos de gran tamaño y gran potencia. “Estos vehículos basados en motores térmicos tienen rendimientos del 30-40 por ciento, mientras que los vehículos híbridos que estamos desarrollando alcanzan rendimientos del 70 por ciento”. Además de la eficiencia, otra de las ventajas radica en que los motores “son más pequeños y menos pesados, y producen menos ruido”.
Los vehículos híbridos que ha desarrollado esta empresa se basan en distintos modos de funcionamiento, “uno puramente eléctrico que puede utilizarse en el casco antiguo de la ciudad y con una autonomía de 15 minutos; uno basado en gas natural para los alrededores, mientras que se van recargando las baterías, y un modo extremo para pendientes y carga máxima, en el que se utiliza toda la potencia del generador para mover el vehículo y si hace más falta se obtiene de las baterías”.
Este autobús, subraya, alcanza unas velocidades máximas de 70 kilómetros por hora y está fabricado con aluminio y cristal, “materiales más reciclables y que pesan menos”. El vehículo, asegura, se puede conectar a la red por la noche y a bordo dispone de un generador de energía para cuando las baterías bajan de un determinado nivel. Como ha subrayado, hace 100 años ya se fabricaban vehículos eléctricos pero por problemas de acumulación de la energía eléctrica eran poco eficientes, “y ese sigue siendo actualmente el mayor problema”.
Sin embargo, una de las mayores ventajas es el respeto al medio ambiente de este tipo de soluciones alternativas al petróleo, puesto que se consiguen reducir las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOX) en un 90 por ciento y las de partículas casi totalmente. “Además, contribuimos a un menor nivel de ruido y vibraciones en el vehículo”, añade el director de I+D+i de castrosúa.
La empresa está probando el vehículo desarrollado en el acceso a la Alhambra en Granada solo con electricidad, en un trayecto con pendientes cercanas al 8 por ciento, y consiguen recuperar “hasta el 35 por ciento del total de la energía consumida en la subida durante la bajada”.