Métodos efectivos para aliviar el dolor de espalda

Métodos efectivos para aliviar el dolor de espalda

Muy pocas personas cuentan con la suerte de poder decir que nunca han sufrido un dolor de espalda. En algunas ocasiones, éste no dura más de unos minutos, horas o días, pero en otras la situación es más grave, sobre todo si la sensación es muy prolongada o se vuelve constante. De hecho, las estadísticas confirman que uno de cada diez pacientes con dolor de espalda lo sufren hasta seis semanas seguidas.

Los síntomas más comunes de esta patología son la fatiga y la rigidez de las articulaciones en momentos de movimiento, sobre todo si la espalda se mueve al intentar levantarse. Otra de las causas puede ser una fuerte tensión muscular formada alrededor de un nervio. La zona afectada por la tensión no tiene por qué ser la espalda, ya que en algunas ocasiones el dolor no se siente en la parte de la tensión; por ejemplo, es posible que duelan los hombros tras una lesión en la columna cervical. También es importante ocuparse de estar siempre en la postura adecuada, tanto al sentarse y tumbarse como al andar o al llevar peso, ya que se trata de una de las mayores causas del dolor de espalda.

Existen muy diferentes tipos del dolor de espalda, dependiendo de la zona a la que afecte y de la duración del mismo. Aquí se mencionan algunos de ellos:

  • Lumbago: se trata de un dolor repentino que aparece en la zona lumbar. En este caso, la persona a la que afecta tiene dificultades para enderezar por completo la espalda, por lo que su movilidad se ve bastante restringida. El lumbago puede aparecer en forma de lumbalgia o isquialgia. Ambas patologías son crónicas, ya que implican dolores continuos y recurrentes, pero en el segundo caso éstos alcanzan hasta las piernas.
  • La lumbociática se parece a la isquialgia, ya que es una combinación del dolor de la región lumbar y del nervio ciático, lo que afecta también a las piernas.
  • El dolor pseudorradicular afecta, sobre todo, a las vértebras pequeñas.
  • El dolor radicular, por su parte, afecta a las raíces de los nervios. Un ejemplo es el caso de la hernia discal.

¿Cómo detectar y evitar el dolor de espalda?
Hay muchas maneras de prevenir el dolor de espalda, como por ejemplo: hacer ejercicio, ya que el movimiento asegura suficiente suministro de sangre; mantener la postura adecuada (erguida); usar buen calzado con suelas planas… También existen algunas señales que advierten de la posible aparición del dolor de espalda. Si se desea evitar que éste sea continuo y se convierta en una patología crónica, se recomienda acudir al médico en cuanto se note la aparición de síntomas como: dolor en la parte baja de la espalda, entumecimiento de dicha parte del cuerpo, sensación de debilidad general, picor, parálisis en las piernas…

En caso de que sea demasiado tarde y el dolor ya haya aparecido y sea continuo, se puede optar por tratarlo con métodos novedosos muy útiles. La terapia de Andulación, por ejemplo, combina tecnología de estímulos de vibración mecánica con calor por infrarrojo en profundidad. Mediante este tratamiento, muy recomendado por médicos y profesionales del sector, se consigue calmar el dolor a la vez que se aumenta el rendimiento y el bienestar físico. Esto se debe al hecho de que la Andulación no trabaja solo una parte del cuerpo o un órgano en concreto, sino que aporta muchos beneficios a todo el organismo.

Algunos de los pacientes que ya han probado esta técnica para tratar dolores de espalda u otros como artrosis, fibromialgia o artritis han conseguido mejorar su calidad de vida después de someterse al tratamiento. Uno de ellos asegura que “me daba pánico ir a dormir porque sabía que no descansaría, pero con la Andulación de da alegría ir a dormir porque el lumbago no desaparece, pero calma el dolor y pasas muchas horas tranquilo”. Incluso el tenista profesional, David Ferrer, ha probado esta técnica y afirma que la usa después de cada partido, ya “ayuda a recuperarse más rápido del esfuerzo físico”.

Cabe destacar que este tratamiento, además de curar molestias existentes como el dolor de espalda, también es útil a la hora de prevenir que surjan otras en diferentes partes del cuerpo. La terapia consigue también que las células se activen y, con ello, produce la energía suficiente en el organismo para que éste tenga el aumento de vitalidad necesario para sentirse mejor. Además, eso ayuda a la hora de decidirse a hacer ejercicio, por ejemplo. Todos estos efectos positivos también garantizan que el sistema inmunológico sea mucho más fuerte y resistente. Otra de las ventajas de esta novedosa técnica es la eliminación de las toxinas del cuerpo, lo que ayuda a proteger el organismo de posibles enfermedades.

Siempre antes de decidirse a hacer alguna de las anteriores recomendaciones conviene consultar al médico de cabecera o especialista para asegurarse de cuál es la mejor opción, ya que cada caso es específico. 

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