La Faba Asturiana es uno de los más emblemáticos y exclusivos productos del Principado de Asturias. Su cultivo se sigue realizando de forma artesanal. En la mayoría de los casos la siembra, la escarda de malas hierbas, la recolección y la selección del grano se realiza a mano, con la intención de optimizar la calidad del grano. La cosecha de 2017 se espera que sea una de las más prolíficas de los últimos años, ya que en esta temporada se han sembrado 166 hectáreas de fabas asturianas, 32 hectáreas más que en 2016. Esto supone un incremento de casi el 20% sobre la cosecha anterior. En esta ocasión las condiciones meteorológicas han sido las idóneas para el desarrollo y crecimiento del cultivo de la “Phaseolus Vulgaris”. Las lluvias del verano y la escasez de precipitaciones durante el otoño han beneficiado el crecimiento de las vainas. En esta cosecha se han pesado vainas de 5 gramos, mientras que en la cosecha anterior no superaron los 3 gramos cada una. Los 144 productores asturianos esperan recoger más de 200 toneladas de Faba Asturiana IGP, por lo que se estaría hablando de una cosecha, la de 2017, con cifras de récord ya que se superarían las 100 toneladas de fabas certificadas ya que en la cosecha anterior se certificaron 93,66 toneladas. El Consejo Regulador IGP Faba Asturiana se crea para la defensa del producto que ampara y de los productores y empresas envasadoras que lo comercializan, así como para afianzar y asegurar a corto y largo plazo la producción de Faba Asturiana y la rentabilidad económica de la misma. Para que eso se produzca se necesita el compromiso tanto de productores como de envasadores. La auténtica Faba Asturiana IGP se cultiva en 31 de los 78 concejos asturianos y el más productivo es Valdés con 40 productores. Para identificarla correctamente hay que tener en cuenta que se comercializa siempre envasada y con la contraetiqueta numerada del Consejo Regulador, información que garantiza su origen y trazabilidad. Los envases autorizados para la venta al público son como máximo de 1kg en diferentes formatos (vacío, saquetas, cocinadas) y en formatos de 5 y 10 kg exclusivamente para hostelería.