El Ayuntamiento de Avilés lanza esta semana la campaña "Un sitio para cada cosa y cada cosa en su sitio" que tiene un doble objetivo: mejorar los indicadores de reciclaje en la ciudad, estancados en los últimos años, y eliminar malos hábitos en el tratamiento de residuos singulares como los enseres, los excrementos de perros y las colillas abandonados.

La campaña cuenta con la colaboración de Urbaser -empresa adjudicataria de la servicio de recogida de basuras en Avilés. Fue presentada por el concejal de Medio Ambiente, Luis Fernández Huerga, que recordó que "la clasificación de los residuos que generamos en origen es el mecanismo más eficiente para lograr el cumplimiento de los objetivos que establece la legislación europea y nacional para 2020: situar la tasa de separación para la reutilización y el reciclado en, al menos, el 50%".

Esta iniciativa surge también de la preocupación transmitida por los vecinos al Gobierno municipal a través de los Consejos de Zona de Participación. "En todas las reuniones mantenidas durante los últimos años, los diferentes colectivos y ciudadanos a título individual que los conforman insistieron en la necesidad de mejorar la limpieza de la ciudad en estos aspectos relacionados con los excrementos de perro, los enseres y las colillas", señaló la Fernández Huerga durante la presentación de la campaña.

Estos problemas han venido siendo objeto de especial discusión dentro del Grupo de Trabajo de Entornos Limpios que aglutina a los diferentes consejos de zona; los integrantes de este grupo recibieron información sobre el contenido de esta campaña en sus últimas reuniones.

Esta campaña municipal se verá reforzada el año que viene con el plan de sensibilización y formación en reciclaje que reparan la Consejería de Medio Ambiente y COGERSA.

 

Un sitio para cada cosa y cada cosa en su sitio

 

La campaña informativa tiene como lema 'Un sitio para cada cosa y cada cosa en su sitio'. Apela directamente a la colaboración ciudadana a la hora de depositar la basura de manera correcta, separando los diferentes tipos de residuos (papel y cartón, plásticos, envases de vidrios y residuos orgánicos) para su posterior reciclaje, y también a la hora de mantener limpia la vía pública, evitando el abandono en la misma de residuos singulares, especialmente enseres que son ubicados junto a contenedores ordinarios; excrementos de perro sin recoger en aceras y zonas verdes, y colillas que ensucian las vías públicas.

Fernández Huerga explicó que "debemos esforzarnos para incrementar el reciclaje: tenemos una responsabilidad tanto individual como colectiva".

Aumentar el porcentaje de los residuos que clasificamos y depositamos en los diferentes contenedores y en los puntos limpios "nos permitirá reducir el número de toneladas y, por tanto, el coste del denominado resto común que los ayuntamientos pagamos al consorcio público COGERSA para el tratamiento de estos residuos en sus instalaciones".

Recordó que la basura que se deposita en los contenedores de reciclaje no tiene ningún coste ni para los ayuntamientos ni para los vecinos y añadió que el incremento de la recogida selectiva de residuos "no sólo tiene un interés medioambiental indiscutible, sino que también tiene un interés económico puesto que incide directamente tanto en las arcas municipales como en nuestros bolsillos como ciudadanos: cuanto más reciclemos menos pagaremos por el tratamiento de la basura que generamos en nuestros hogares y establecimientos comerciales".