Por · (Nueva York)
Miles de personas marcharon ayer, de nuevo, hacia el corazón financiero de Nueva York y del mundo, convocados por Occupy Wall Street, sindicatos, organizaciones y grupos estudiantiles de todo el país.
Corearon “Somos el 99%” en alusión al 1% de la población norteamericana que controla entre el 30% y el 40% de la riqueza en este país.
Es lo que tiene hacer fuego cuando es de noche y hace frío. La oscuridad retrocede y aparecen personas que se acercan al calor de la lumbre. Ayer por la tarde hora de Nueva York, la llama del movimiento Ocupa Wall Street se trasladó a Foley Square, una plaza muy cercana al campamento base Zucotti Park y que está rodeada por varios juzgados. En uno de sus edificios de corte neoclásico se puede leer en letras esculpidas en piedra: “Una verdadera administración de la justicia es el pilar más firme de un buen gobierno”. Escrito sobre papel, a mano o impreso, con bolígrafo o rotulador, miles de carteles inundaron Foley Square para pedir un sistema económico más justo.
“Espero que este movimiento fuerce al gobierno a hacer leyes que ayuden a distribuir de manera más equitativa la riqueza que ahora está siendo… ‘robada’ quizá no sea la palabra pero por ahí va”, dijo Ellen Blye, médico que asistió a la manifestación invitada por el colectivo Moveon.org. “Nadie ha pagado por los crímenes que se han cometido en el sector financiero”, añade Blye.
Miles de manifestantes -las cifras bailan entre dos mil y 15 mil- de todas las edades y ocupaciones se reunieron ayer en Foley Square para solidarizarse con el movimiento Occupy Wall Street y marchar todos juntos hacia el distrito financiero. Convocados por grupos tan diversos como sindicatos de todo tipo, organizaciones y colectivos y grupos estudiantiles universitarios, todos ellos clamaron “somos el 99%”, en alusión al 1% de la población norteamericana que controla entre el 30% y el 40% de la riqueza de EE.UU.
En una plaza llena a rebosar y con las aceras de alrededor también repletas –dejando libres las calles para la circulación de los coches- varios líderes sindicales han tomado la palabra. Uno de ellos ha comparado el movimiento Ocupa Wall Street con Rosa Parks, la mujer negra que con su negativa a sentarse en la parte trasera de un autobús de Montgomery inició el movimiento por los derechos civiles que acabaría con las leyes racistas en EE.UU. “Ocupa Wall Street ha captado el espíritu de nuestro tiempo. Este es el mensaje, ‘suficiente es suficiente’”, dijo.Otros se han dirigido a la multitud para recordar que para llegar Foley Square, algunos tuvieron que ser detenidos.
Y es que el movimiento Ocupa Wall Street fue prácticamente ignorado por los medios norteamericanos hasta que el pasado sábado 24 de septiembre la policía arrestó a más de 80 personas que marchaban pacíficamente pero sin permiso por las calles de Nueva York en dirección a la plaza Union Square.
Hasta ese momento, para el americano medio que se hubiera enterado de su existencia, Ocupa Wall Street no era más que un grupo de gente joven enfadada y con razón pero sin ninguna demanda concreta, una de las críticas que más se ha oído en un país acostumbrado a vender ideas mediante frases cortas, simples y a poder ser, con rima.
Pero los arrestos y el hecho de que algunos manifestantes fueran agredidos con spray de pimienta por el agente de policía Anthony Bologna, quien según el diario inglés The Guardian está pendiente de juicio por su actuación en otra manifestación en 2004, hicieron que el movimiento ganara enteros.
El oscarizado cineasta Michael Moore, autor de documentales como Bowling for Columbine, fue el primero de una serie de artistas e intelectuales que han pasado por Zucotti park a lo largo de los últimos días para mostrar su apoyo a los manifestantes. Moore les animó a que no desesperasen porque “en cien años, [todo el mundo recordará] que vinisteis a esta plaza y empezasteis este movimiento”.
El profesor de la Universidad de Princeton, Cornel West, también apareció en Zucotti Park. Filósofo, escritor, crítico y activista por los derechos humanos, quiso responder a las críticos que acusan al movimiento de no tener ninguna demanda en concreto argumentado que Ocupa Wall Street tiene como primer objetivo “incrementar la conciencia política” para acabar en una revolución que transfiera el poder de la clase financiera al ciudadano de a pie.
Crecidos, el pasado sábado tres de octubre Ocupa Wall Street reunió a cerca de tres mil personas y marcharon hacia el puente de Brooklyn. Allí, acusados por la policía de cortar el tráfico, 700 de ellos fueron arrestados, siendo esta una de las cifras más altas de detenidos en una marcha pacífica en la historia reciente norteamericana.
A partir de entonces, ya nada sería igual hasta el punto que el diario The Washington Post se preguntaba si Ocupa Wall Street sería el Tea Party de izquierdas.
Además del Sindicato de Trabajadores del Transporte que ya había manifestado su apoyo al movimiento, otros también lo hicieron, como el los trabajadores de la salud que se comprometió a enviar enfermeras para enseñar primeros auxilios.
Y las movilizaciones que poco a poco iban tomando diferentes puntos de EE.UU. cobraron notoriedad. Así, por ejemplo, el pasado viernes alrededor de mil personas se reunieron en Boston, plantaron tiendas y afirmaron que tienen intenciones de quedarse de manera indefinida. Ahora el movimiento Ocupa Wall Stret está presente en varias ciudades de los estados de Austin, California, Colorado, Florida, Illinois, Tennessee y Texas, entre ellas Chicago, Los Ángeles y San Francisco.
Ayer, en Nueva York, una vez más la manifestación terminó con detenidos. Según la web del movimiento, al menos 20 personas fueron arrestadas y algunos de los manifestantes fueron agredidos de nuevo con spray de pimienta. Este fue el final y la única nota negativa de una jornada que sirvió para demostrar que Ocupa Wall Street está aquí para quedarse y que sus nuevos amigos tienen ganas de acompañarlo.
“Estamos preparando una serie de acciones para la semana que viene”, dijo Cara Noel, portavoz de Unitedny.org, una organización neoyorquina que trabaja para la creación de empleo y salarios dignos y que piensa seguir colaborando con Ocupa Wall Street. “Haremos otra manifestación, pediremos a los estudiantes que salgan de clase y haremos más cosas con tal de propagar este mensaje”, dijo Noel.
Jessica Stickler, coordinadora regional de Moveon.org explicó que su organización envió un mail masivo para convocar a sus miembros a la marcha de ayer. “No sé cuanta gente ha venido, pero 15 mil personas nos dijeron que vendrían”, dijo. Aunque la marcha debía partir hacia el distrito financiero a las 4.30 h de la tarde, pasadas las seis todavía había gente que llegaba a una Foley Square repleta de manifestantes que poco a poco empezaban a desfilar entre consignas reivindicativas y música festiva.
Moveon.org también está planeando seguir apoyando el movimiento. “Seguiremos organizando y participando en eventos públicos”, dijo Stickler, “queremos ver como este ímpetu se transforma en acción”.
“Soy optimista y las cosas cambiaran. La historia nos enseña que la cosas cuando están así de mal, cambian”, dijo Stickler, “ahora mismo no estamos bajo el capitalismo, estamos socializando las pérdidas y privatizando las ganancias”.
“Este momento es necesario, sirve como un grito de atención, para que el mundo sepa que aquí la gente se ha cansado de cómo se están haciendo las cosas, y que queremos cambiarlo”, afirmó Noel. Un grito que llegó a todo el mundo gracias a la presencia de los medios informativos que dominan la escena internacional.
El “diario oficial” del movimiento que ayer fue distribuido entre los miles de asistentes se llama The Occupied Wall Street Journal. De tan solo cuatro páginas, la contraportada ofrece una “guía para tontos” acerca del movimiento. En ella se da cuenta de cómo empezó el movimiento, cómo se toman las decisiones y cuál es la principal demanda –el diario dice que esa es la pregunta del millón y que todavía no hay respuesta para ella- También se informa de cuanta gente está presente en Zucotti Park durante el día y la noche, qué tal se está portando la policía y qué se puede hacer si uno no puede venir a Wall Street: básicamente hacer donaciones y ayudar con la difusión del movimiento mediante las redes sociales.
En la portada de la publicación dos titulares saltan a la vista. El primero “Aprendiendo del mundo” habla de las manifestaciones en Egipto, España y Grecia, entre otras. Y el segundo, “La revolución empieza en casa” en el que se pregunta al lector “cuantas veces en tu vida tienes la oportunidad de ser testigo de la historia?”. El auténtico The Wall Street Journal publicó a principios de año la voz de un columnista que dijo textualmente “Gravad a los ricos o llegará la revolución”.