Desde que comenzó, la crisis económica ha dejado los bolsillos de muchos asturianos a medio llenar y las predicciones no parecen ser muy optimistas, al menos a corto plazo. Para lograr los objetivos del Gobierno central, el número de desempleados tendría que descender un 10% y el mercado laboral tendría que crear 51.000 nuevos puestos de trabajo. Además, los expertos vaticinan que a finales de este año el PIB del Principado seguirá por debajo de los niveles anteriores a la crisis. Ante esta situación, muchos ciudadanos viven cada día apuros económicos y se ven limitados a la hora de hacer frente a sus gastos. Los préstamos a plazos surgen, así, como una solución instantánea a sus problemas.
Se trata de un producto ideado para aquellas personas que necesitan ser financiadas a medio plazo y, en general, el cliente hace uso de ellos de manera puntual y con un objetivo concreto. La reparación del coche, un accidente inesperado en el ámbito doméstico, la compra de aparato tecnológico nuevo o unas pequeñas vacaciones suelen ser algunos de las razones más frecuentes para recurrir a este tipo de prestaciones. La característica principal de este tipo de préstamos es precisamente el modo de devolución por el que se rigen: el sistema de cuotas. Esto implica una periodicidad que en general se estipula mensualmente (aunque hay casos en los que la devolución es quincenal, trimestral, etc.)
Esta particularidad tiene que ver con los importes solicitados, que pueden llegar a ser cuantías relativamente elevadas. El hecho de poder devolver el dinero a plazos, permite que el solicitante del préstamo no se vea agobiado ante una cantidad de dinero que no puede devolver en un solo pago. Las condiciones requeridas varían mucho según la entidad prestamista, por eso lo más aconsejable es siempre hacer previamente un análisis de nuestras circunstancias personales. Eso nos ayudará a elegir la que más se adapta a nuestras necesidades:
- ¿Cuál es la cuantía que queremos solicitar? Los clientes pueden solicitar desde 50 hasta 5.000 euros en la mayoría de los casos.
- ¿En qué periodo de tiempo queremos devolver nuestro préstamo? La devolución del dinero puede hacerse en plazos muy variables, según lo acordado con la entidad prestamista: pueden ser varios meses e, incluso, a veces, hasta 3 años.
- ¿Cuál es mi situación laboral? Con frecuencia, para solicitar este tipo de créditos no es necesario tener un trabajo en el momento de solicitarlo, ya quese trata de préstamos a pagar sin nómina. Sin embargo, sí que es necesario acreditar que el solicitante tiene una cierta solvencia económica, por ejemplo, si recibe una prestación por desempleo, una pensión por jubilación, etc.
Además, este tipo de prestaciones exigen tres condiciones indispensables:
- Tener más de 18 años.
- Disponer de DNI en regla o de un permiso de residencia
- Tener una cuenta bancaria española
La rapidez a la hora de obtenerlos y la sencillez a la hora de solicitarlos es una de las ventajas más valoradas de los créditos a plazos. Además, pueden gestionarse por entero a través de internet lo que ofrece al cliente una mayor comodidad.