El Molinón vivirá hoy un lleno histórico. Las aficiones han hecho horas de cola para conseguir las escasas entradas sacadas a la venta, y no quedará ni un asiento vacío, ya que tras 14 años sin derbi, la expectación es máxima. El año pasado, en Primera División, el Sporting no logró llenar su campo ni en los partidos contra el Real Madrid y el Barcelona, ni en las últimas jornadas, cuando se jugaban la permanencia. Pero el Real Oviedo ha conseguido movilizar a la ‘mareona’ en su propia ciudad. Por su parte, la expedición azul estará formada por 1.200 aficionados. La mayoría llegaran a Gijón fuertemente escoltados, y accederán al estadio dos horas antes del inicio del partido, declarado de alto riesgo, para evitar encontronazos entre aficiones.
El entrenador rojiblanco, Paco Herrera, y el azul, Juan Antonio Anquela, aprovecharán el incómodo partido de Copa para foguear a los jugadores menos habituales y a los canteranos, reservando a los titulares para el derbi. El Sporting llega como líder, con 7 puntos, y ningún gol encajado en 3 jornadas, mientras el Real Oviedo (4 puntos) se aferra a su pegada (6 goles) como principal virtud. La polémica, siempre presente en los derbis, no se ha diluido tras 14 años sin el choque asturiano, y conforme avance la semana, más se caldearán los ánimos, a uno y otro lado. El Real Oviedo anunció la semana pasada que no habría actos conjuntos entre ambos clubs, aunque aún no se ha confirmado si la negativa, también afectará a la tradicional comida de presidentes.