Estas instalaciones recuperaron 6.867,36 toneladas de materiales aptos para un nuevo uso el año pasado
La comisión delegada del Consorcio para la Gestión de Residuos Sólidos de Asturias (Cogersa), presidida por el director general de Calidad Ambiental, Manuel Gutiérrez, ha acordado hoy iniciar el expediente de contratación de las obras de ampliación de la planta de clasificación de envases ligeros procedentes del contenedor amarillo (latas, briks, botes y botellas de plásticos, etc.). Esta actuación, junto con la renovación de los equipos tecnológicos, supondrá una inversión global de 3,5 millones.
El proyecto, que saldrá a licitación con un coste de 755.226 euros y un plazo de ejecución de cinco meses, permitirá ampliar en 900 metros cuadrados la superficie ocupada por la nave industrial gracias al recrecido de las zonas de recepción de envases y de salida de materiales seleccionados. Mientras se realizan las obras, las instalaciones seguirán gestionando los residuos que se reciben a diario, procedentes de los casi 4.300 contenedores amarillos instalados en Asturias. Cuando finalicen los trabajos, Cogersa adquirirá los equipos de clasificación de materiales con las últimas tecnologías disponibles. Esta renovación posibilitará que la planta gane capacidad de tratamiento hasta las 6 toneladas por hora, frente a las 5 por hora de la actualidad, además de mejorar la eficiencia del proceso de selección.
La planta de clasificación de envases ligeros de Serín recibió el año pasado un total de 10.867,02 toneladas de residuos seleccionados en origen por los ciudadanos y depositados en el contenedor de reciclaje. En el interior de la nave se desarrolla un proceso semiautomático que combina la intervención manual de una treintena de operarios de un Centro Especial de Empleo con diversos sistemas de selección automática, tales como lectores ópticos, electroimanes, separadores de corrientes de Foucault, aspiradores y sopladores, entre otros.
Actualmente, el equipamiento tiene una tasa media de rechazo de entorno al 30%. De ese porcentaje, dos terceras partes se corresponden con materiales que no deberían haberse depositado en el contenedor amarillo.
Al final del proceso se obtuvieron 6.867,36 toneladas de recursos ya limpios que son empaquetados y enviados al gestor autorizado para ser empleados como base de la fabricación de nuevos productos. Las fracciones más importantes son las de los plásticos tipo PET (siglas en inglés del polietileno tereftalato) y LDPE (polietileno de baja densidad). Ambas superaron las 1.500 toneladas en 2016. También se recuperaron 508 toneladas de HDPE (polietileno de alta densidad), 912 de briks, 948 de latas de acero y 109 de aluminio; así como 1.267 de otras variedades como envoltorios, plásticos compuestos, corcho blanco, etc.
Las actuales plantas de clasificación de papel, cartón y envases ligeros se inauguraron en 2007 y supusieron una inversión de 9,3 millones de euros.
La ampliación de la capacidad y la eficiencia de la planta de envases que ahora se inicia permitirá a la entidad pública estar preparada para dar respuesta en los próximos años al aumento previsto en la llegada de estos materiales como consecuencia de la aplicación de la legislación europea y nacional, que establece la obligatoriedad de reciclar, al menos, el 50% de los residuos municipales (domésticos y comerciales) en el horizonte de 2020.
El servicio de recogida selectiva, transporte y clasificación de envases ligeros resulta gratuito para los ayuntamientos, socios y propietarios del consorcio Cogersa, gracias a la cobertura de los costes con los ingresos que se generan por la venta de materiales reciclados y por las aportaciones que realizan anualmente, en cumplimiento de sus obligaciones legales, los sistemas integrados de gestión Ecoembes y Ecovidrio (entidades sin ánimo de lucro).