- A una joven húngara llegaron a retenerla en un piso de Oviedo para obligarla a casarse con un hombre de nacionalidad nigeriana.
- Con estos certificados falsos conseguía que el hombre extranjero pudiera regularizar su situación administrativa al casarse con una ciudadana europea, obteniendo la tarjeta de residencia como familiar comunitario lo que le habilitaba a residir y trabajar en España por tiempo indefinido.
- Se han detectado cuatro casos.
Hace cinco meses el Grupo I de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de la Jefatura Superior de Policía de Asturias inició una investigación basada en una denuncia interpuesta por una joven de nacionalidad húngara.
En su denuncia ponía de manifiesto que había sido engañada por una compatriota suya que le había ofrecido trabajar como cuidadora de niños en España.
Al la joven le pareció una oferta interesante y aceptó. A principios del mes de mayo viajó en avión con su conocida desde Hungría hasta Madrid, donde fueron recogidas por dos individuos de raza negra que las trasladaron hasta un piso de Oviedo.
Una vez allí le informaron que iban a comenzar a realizar los trámites relacionados con su solicitud de trabajo pero que antes debía contraer matrimonio con un hombre de raza negra que le iban a presentar.
La joven se negó rotundamente impidiéndole desde ese momento salir sola a la calle hasta que accediera a casarse. Al cabo de tres días logró escaparse y dirigirse a la Comisaría donde formuló la denuncia.
El Grupo I descubrió que este no era un caso aislado y que estas personas formaban parte de una red organizada que se dedicaba a falsificar los certificados de matrimonio entre mujeres húngaras y ciudadanos nigerianos.
En los matrimonios de complacencia o convivencia los cónyuges no buscan en realidad una convivencia común, sino que pretenden bajo una manipulación de la ley y generalmente con algún tipo de contraprestación, que un extranjero se aproveche de las ventajas del matrimonio a los efectos de regularizar su situación administrativa o de obtener de forma rápida y fácil la nacionalidad del que aparecerá formalmente como su pareja.
En este caso concreto los enlaces matrimoniales no se llegaban a producir, sino que se falsificaba la documentación con los datos de la mujer comunitaria fijando un mismo domicilio. Una vez que tenían los certificados, los miembros de la red solicitaban la tarjeta de residencia como familiar comunitario, lo que les habilitaba a residir y trabajar en España por tiempo indefinido.
El Grupo de investigación descubrió cuatro matrimonios con estas características.
Esta semana se procedió a la detención en Oviedo de tres de los miembros de este grupo, todos de nacionalidad nigeriana, como presuntos autores de los delitos de falsedad documental, contra los derechos de los trabajadores y pertenencia a Grupo Criminal.
La investigación sigue abierta para localizar y detener a otros miembros de esta organización.