- Wouter Verbraak y Andy Meiklejohn acaban la Barcelona World Race en 111 días y 10 horas
- Los dos regatistas del Hugo Boss destacan la dureza y la belleza de la navegación en el océano Austral
- Explican que superaron las dificultades poniéndose objetivos comunes
“Esta regata es, además de una vuelta al mundo, un viaje personal”. Ésta ha sido una de las primeras reflexiones de Wouter Verbraak cuando, pasada la 1 de la madrugada, ha puesto pie en tierra en el Portal de la Pau de Barcelona, tras 111 días, 10 horas, 49 minutos y 23 segundos de circunnavegación, a una velocidad media de 9,42 nudos.
El navegante holandés, que era el copatrón suplente del Hugo Boss que inició la Barcelona World Race sustituyendo temporalmente a Alex Thomson por un ataque de apendicitis de éste, ha acabado completando la vuelta al mundo pese a que en un principio sólo estaba previsto que estuviera 10 o 12 días a bordo. “Estaba previsto que me bajara en Cabo Verde, y tuve que llamar por teléfono a casa diciendo que llegaría 90 días más tarde”, ha bromeado Wouter Verbraak, quien añadió, con su hijo Nicklas, de seis años, en brazos: “Ha sido tan largo que cuando he llegado apenas he reconocido a mi mujer”.
Por su parte, Andy Meiklejohn ha recordado que los inicios de esta vuelta al mundo, con grandes calmas en el Mediterráneo, no fueron nada fáciles para el Hugo Boss, y que se fueron conociendo sobre la marcha. La forma de superar las dificultades fue establecer siempre objetivos por los que luchar juntos. “Queríamos hacer la vuelta al mundo sin parar y por esto intentamos arreglar los problemas nosotros mismos en las Malvinas, sin ayuda exterior; cuando al final tuvimos que parar en puerto, nuestro objetivo fue acabar la vuelta al mundo”.
Hielo en cubierta
En cuanto a los mejores momentos de la regata, el neozelandés Meiklejohn ha recordado en especial la dureza y la belleza de la navegación por el océano Austral, pese a que tuvieron la mala suerte de encontrarse en la parte posterior de un sistema meteorológico, con mucho viento, grandes olas “y hielo en el palo y en la cubierta”.
El mismo Meiklejohn ha evitado explicar las soluciones técnicas que propondrán a Alex Thomson para sacar mejor provecho de este barco durante la próxima Vendée Globe. “Es un barco muy físico, y lo haremos más fácil de llevar, y también que navegue mejor en las condiciones que no le son favorables”, se limitó a explicar.
El presidente de la Fundació Navegació Oceànica Barcelona, Pere Alcober, ha sido el encargado de dar la bienvenida a los dos navegantes. Entre las autoridades que han hecho entrega de los trofeos han figurado el cónsul de Holanda en Barcelona, Henk Nouwens, y el presidente de la Real Asociación Nacional de Cruceros, Jesús Turró.
La regata del Hugo Boss
La Barcelona World Race del Hugo Boss está marcada, sin lugar a dudas, por la imposibilidad de participar de Alex Thomson. El patrón británico es sometido a una apendicectomía dos días antes de la salida y no puede comenzar la regata. Luego, cuando tiene todo preparado para incorporarse a la competición en Cabo Verde, una enfermedad de su hijo, nacido pocos días antes, vuelve a impedírselo. Para entonces, el Hugo Boss integra el grupo de cola de la regata, pero Wouter Verbraak, el reemplazante de Alex Thomson, y Andy Meiklejohn inician una buena remontada que los lleva al séptimo puesto final.
Tras una mala salida, en la que el Hugo Boss y el We Are Water superan la primera boya en las últimas posiciones, Wouter Verbraak y Andy Meiklejohn alternan en los tres primeros días de regata los cuatro últimos puestos de la clasificación. El 5 de enero, tras acusar los flojos vientos del Mediterráneo, el Hugo Boss ocupa el farolillo rojo.
Cuatro días más tarde, Wouter y Andy pasan Canarias con el pensamiento puesto en Cabo Verde, donde ya se prepara todo para que Alex Thomson reemplace a Verbraak. Enseguida se sabe que el cambio de patrones eso no se producirá. Ello sorprende al navegante holandés, que en dos semanas pasa de preparar un barco para dar una vuelta al mundo a ser uno de los dos patrones que la lleve a cabo. “Han sido 24 horas de emociones contradictorias. Por un lado estamos muy contentos de que se haya tomado la decisión; estamos muy contentos de seguir, pero sabemos que Alex lo está pasando mal en casa. Nuestros pensamientos están con él. Esperamos que acabe todo bien”, confesaba Wouter.
Comienza la remontada
Todo esto no mina la moral de los patrones, que tras el abandono del Président inician una pequeña remontada. El día 14 de enero ya son décimos. Hasta el 24 de enero alternan posiciones con el Central Lechera Asturiana. Pero esa semana, con la parada de este barco en Ciudad del Cabo y el abandono del Foncia se colocan novenos y dejan de mirar a los de atrás para centrarse en el GAES Centros Auditivos, que los precede.
El 28 de enero Wouter Verbraak y Andy Meiklejohn dan la primera demostración del potencial del Hugo Boss. Son los más rápidos de la flota, con una media superior a los 17 nudos durante diez horas. Sin embargo ese día, aunque sólo lo comunican casi tres semanas más tarde, medio metro del raíl se desprende del mástil, lo que marcará el resto de la regata.
Las primeras horas en el Índico ya anuncian que el Hugo Boss navega en las latitudes para las que fue diseñado y Andy Meiklejohn y Wouter Verbraak se conjuran para superar al GAES Centros Auditivos antes de acabar este océano. El 11 de febrero, el Hugo Boss supera al GAES Centros Auditivos y es octavo. Todo gracias a que entre el 11 y el 12 de febrero es el barco más rápido de la flota, tras recorrer 453 millas en esa singladura. Al día siguiente repite y hace 446 millas en 24 horas.
Un triste paso por casa
El 17 de febrero, el Hugo Boss informa que no puede izar toda su vela mayor desde el 28 de enero. Wouter Verbraak y Andy Meiklejohn confían en poder reparar sin tener que parar en puerto, pero el equipo prepara toda la logística necesaria por si deben hacerlo. Tras un paso extraño entre las islas de Tasmania, donde se presume que se acercan para reparar, el 23 de febrero anuncian que no paran en Wellington.
El paso por el estrecho de Cook se produce días después del terremoto que sacudió a Nueva Zelanda y Andy Meiklejohn comenta: “Me siento triste mientras cruzo el estrecho de Cook a la vista de mi casa. Es difícil que me sienta contento cuando tanta gente está sufriendo tanto. Son emociones encontradas que son difíciles de explicar”.
El paso por el Pacífico es relativamente tranquilo. El Hugo Boss aumenta su ventaja sobre el GAES Centros Auditivos hasta las 257 millas. El 6 de marzo continúa en octava posición y supera la última puerta, con el GAES Centros Auditivos a 320 millas.
El raíl del palo obliga a parar
El 12 de marzo el Hugo Boss dobla Hornos al mismo tiempo que Caffari y Corbella, pero éstas dejan atrás a Andy Meiklejohn y Wouter Verbraak. El problema en el raíl del mástil ha sido decisivo y con él aparecen otros daños en las velas. Los patrones anuncian a la Dirección de Regata que se dirigen a las islas Malvinas para fondear y poder realizar reparaciones. Si bien pierden la octava posición con la tripulación femenina, ganan dos con los abandonos del Groupe Bel y el Mirabaud.
Entre el 13 y el 15 de marzo el Hugo Boss permanece fondeado. El 16 de marzo, tras salir a probar las reparaciones deciden regresar a la capital de Malvinas para trabajar en puerto, aún a costa de la penalización de 48 horas.
La amenaza del Fòrum Marítim Català
El Hugo Boss trabaja en puerto entre el 16 y el 21 de marzo. La extensa parada hace que el Fòrum Marítim Català se acerque mucho más de lo aconsejable. Sin embargo, en el Atlántico Sur, el Hugo Boss vuelve a ser el barco más rápido de la flota el 26 de marzo. Esa gran performance le permite alejarse del Fòrum Marítim Català, al que deja 359 millas por detrás tras haber estado sólo a 120. Wouter Verbraak y Andy Meiklejohn son los más veloces durante tres días y amplían la distancia con sus perseguidores.
El día que Virbac-Paprec 3 gana la regata, el Hugo Boss cruza el ecuador. Ese 4 de abril comienza una larga y complicada ceñida hacia Gibraltar. Los alisios del nordeste obligan al velero a tirar bordos durante todo el trayecto hasta el Estrecho. El 19 de abril el Hugo Boss es el séptimo barco que regresa al Mediterráneo, pero hay motivos para preocuparse: en una semana, las 710 millas de ventaja con el Fòrum Marítim Català caen a menos de 100.
El final es muy reciente. Una borrasca se interpone entre ambos barcos y el Hugo Boss completa la Barcelona World Race en séptima posición.