El Grupo Parlamentario de Podemos Asturies ha registrado la solicitud de comparecencia urgente en el Parlamento asturiano del director general y la directora de Antena de Radiotelevisión del Principado de Asturias para que den explicaciones sobre la posible relación de RTPA con el llamado caso de la ‘rueda de televisiones’, que está siendo investigado policial y judicialmente. Daniel Ripa apunta al respecto que «hay muchas dudas por resolver. Ve necesario que desde la corporación radiotelevisiva asturiana «se tranquilice a los autores y musicos asturianos dejando claro que TPA no ha llevado a cabo ese tipo de prácticas».
El diputado y secretario general de la formación morada lamenta que en relación con este asunto «no haya información pública por parte del director general de RTPA ni del consejero de Presidencia» y añade que eso se une a «la opacidad en RTPA que venimos denunciando desde hace tiempo y que no se puede mantener». Pone como ejemplo de ello que «en diciembre denunciamos que se había pagado una deuda de 6,7 millones de euros, 800.000 de ellos a la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), y se hizo sin debate público, sin explicaciones en la Junta General, sin información alguna. Más transparencia es lo mínimo que se le debe exigir a una radiotelevisión pública que es de todos y de todas».
La conocida como ‘rueda de las televisiones’ responde a unas prácticas por las que «diversas televisiones públicas podrían haber usado música parcialmente modificada con derechos de autor para cobrar dinero ellas mismas, y unos intermedios que presuntamente se llevaban maletines, como si fuesen autores de esas televisiones». En la práctica, «lo que se está viendo es que la mitad del dinero de derechos de autor de las televisiones no estaría yendo a los autores, sino que volvía a los mismos pagadores, con lo cual multitud de creadores en España se habrían visto perjudicados».
Daniel Ripa señala que «debe quedar claro que TPA asume entre sus compromisos respetar y defender a la gente que hace música, no beneficiarse de ella, y debe quedar claro que no ha apoyado en modo alguno a intermediarios que estaban ganando derechos e influencia dentro de la SGAE y que no tenían interés en proteger la música ni a los autores, sino en sacar tajada con estas fórmulas en horarios de baja audiencia». Concluye asegurando que «parte de los problemas que se han tenido y se tienen en España y en Asturies con la SGAE, que persigue a las fiestas populares, a muchos de los autores e incluso a organizadores de actos benéficos, podrían tener su origen en las malas praxis de las que supuestamente habrían sido instigadoras algunas televisiones públicas, que por el contrario deberían tener un comportamiento ejemplar y ejemplarizante».